La emotiva peregrinación del féretro de Francisco
El ritual comenzó con una oración del Camarlengo, Kevin Joseph Farrell. Se espera miles de fieles lo saluden durante estos tres días
23 de abril de 2025
El Vaticano inició este miércoles la despedida pública al papa Francisco. Miles de fieles de todo el mundo se acercan a la basílica de San Pedro para participar del velatorio que se extenderá hasta el sábado 26 cuando tenga lugar el funeral oficial.
El período de duelo público comenzó a las 11 de la mañana después de que el ataúd de Francisco fuera trasladado desde el hotel del Vaticano donde vivía a la basílica.
Los portadores llevaron el sencillo ataúd de madera sobre sus hombros a través de los arcos del Vaticano que conducen a la plaza de San Pedro y a la basílica, seguidos por los cardenales ataviados con sotanas escarlata, obispos con túnicas púrpuras y los guardias suizos con sus uniformes dorados y azules.
El cardenal Kevin Farrell, que administra el Vaticano temporalmente hasta que se elija un nuevo papa, encabezó la procesión, con nubes de incienso precediéndolo mientras el coro de la iglesia comenzaba a cantar el himno de la Letanía de los Santos.
Los cardenales se acercaban por parejas al ataúd, se inclinaban y hacían la señal de la cruz, seguidos por pequeños grupos de obispos, ujieres, sacerdotes y monjas.
Se espera que varios jefes de estado acudan el sábado al funeral de Francisco, pero los tres días de velatorio público permitirán que los católicos de a pie lloren al papa de 88 años, quien falleció el lunes tras sufrir un derrame cerebral.
La basílica de San Pedro permanecerá abierta hasta la medianoche para acomodar a las multitudes, un período de luto que terminará el viernes a las 7 de la tarde, cuando el ataúd de Francisco sea cerrado y sellado.
Los dolientes en la plaza observaron mientras el ataúd de Francisco pasaba junto a ellos, a lo largo del mismo camino que el papa había recorrido apenas unos días antes, el Domingo de Pascua, en lo que se convirtió en su último recorrido en papamóvil entre los fieles.
Fue un saludo sorpresa, que Francisco decidió en el último minuto después de que su enfermera le asegurase que podía hacerlo a pesar de su frágil salud tras una fuerte neumonía.