El tradicional rito tendrá este año como protagonista a un sector social que viene siendo foco de atención política. Loa abuelos protagonistas
La Iglesia Católica dará este Jueves Santo un inocultable gesto político frente al Gobierno al realizar el tradicional lavado de pies a jubilados y personas de la tercera edad.
Del arzobispo de Santiago del Estero y primado de la Argentina, cardenal Vicente Bokalic, al arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge García Cuerva, y el movimiento de curas villeros.
En misas de todo el país se repetirá ese rito que repite el acto de humildad y servicio brindado en la última cena por Jesucristo a los Apóstoles.
Los protagonistas de ese acto litúrgico cargado de simbología suelen ser elegidos de manera meditada por las autoridades eclesiásticas y en general apuntan a dar poner en el centro de la escena a sectores sociales desprotegidos y que requieren de asistencia y contención.
Para la Iglesia no es ajeno que los jubilados vienen siendo un grupo que recibe de parte de la oposición política una especial atención.
De hecho, cada marcha de los miércoles viene contado con apoyo del kirchnerismo, la izquierda, de la CGT, y de piqueteros. Y el mes pasado ocurrió una masiva movilización en apoyo a la clase pasiva en la que participaron hasta barrabravas.
Lejos de esas polémicas, esta mañana se confirmó que sacerdotes y autoridades eclesiásticas brindarán el lavado de pies a esta población que enfrenta una complicada situación de manera crónica y que ningún gobierno democrático consiguió mejorar la calidad de vida.
En un comunicado difundido por sacerdotes y comunidades de barrios populares y villas del país y del Hogar de Cristo, se informó: “Estamos muy preocupados y rezamos por los jubilados, queremos reconocer su dignidad, que tengan medicamentos y todo lo que necesitan”.