El Presidente norteamericano envió una carta con su firma de puño y letra al cumplirse tres décadas del atentado en la sede de la AMIA
“El silencio es complicidad, yo no me callaré y Estados Unidos no guardará silencio”, eso dice una de las partes más importantes del mensaje personal que envió el presidente Joe Biden al cumplirse 30 años del atentado a la sede de la AMIA en Buenos Aires.
"Hoy hace treinta años, un terrorista suicida de Hezbollah estrelló una camioneta cargada con 200 kilos de explosivos contra la Asociación Mutual Israelita Argentina, matando a 85 personas e hiriendo a cientos más, y destrozando la vida de muchas familias. Este mal todavía nos sacude hasta la médula", comienza el mensaje que lleva el sello de la Casa Blanca y la firma manuscrita del presidente de los Estados Unidos.
La carta se dio a conocer en este día tan especial, en que se cumplen 30 años del momento en que un coche bomba - armado por Hezbollah y decidido por Irán, según la justicia argentina- destruyó la sede de la mutual judía en Buenos Aires.
El mensaje es personal, y lleva la firma manuscrita del mandatario norteamericano, que se encuentra aislado en su residencia familiar en Delaware, por estar enfermo de Covid.
El texto de la carta es el siguiente:
LA CASA BLANCA - Washington
18 de julio de 2024
"Hoy se cumplen treinta años desde que un terrorista suicida de Hezbollah chocó una camioneta con unos 300 kg de carga explosiva contra la Asociación Mutual Israelita Argentina. Dejó un saldo de 85 muertos y cientos de heridos, y destrozó para siempre la vida de muchas familias. Esta crueldad aún nos estremece hasta lo más profundo de nuestro ser.
Hasta el 7 de octubre, esta había sido la jornada más trágica para la comunidad judía desde el Holocausto: uno de los capítulos más oscuros de la historia de la humanidad que nos recordó que el silencio equivale a complicidad. Y quiero hacerles saber que yo no guardaré silencio. Estados Unidos no guardará silencio.
Mi gobierno está poniendo en marcha la Estrategia nacional de los Estados Unidos para combatir el antisemitismo, la iniciativa más ambiciosa y exhaustiva para combatir el antisemitismo en toda la historia estadounidense. Conseguimos el mayor incremento de fondos para garantizar la seguridad física de entidades sin fines de lucro, tales como escuelas y centros comunitarios judíos y sinagogas. El Departamento de Educación está investigando el antisemitismo en los campus universitarios. En el contexto de una ola alarmante de antisemitismo a nivel mundial, designé a Deborah Lipstadt, quien los acompaña en el día de hoy, como primera Enviada Especial con rango de Embajadora para monitorear y combatir el antisemitismo.
Pero todos debemos hacer la parte que nos toca. Todas las naciones, todos los gobiernos y todas las personas debemos unirnos para negarnos a dar amparo al odio. Debemos pronunciarnos categóricamente en contra del terror y la violencia, que ya se han cobrado demasiadas vidas.
La Torá nos enseña que Dios creó las estrellas para “alumbrar la tierra (…) y para separar la luz de las tinieblas”. Hagamos que hoy sea este el precepto que nos guíe. Recordemos a las víctimas que perdieron la vida hace exactamente treinta años. Comprometámonos nuevamente a exigir justicia para ellos y sus familias. Y sigamos alumbrando con la luz de la verdad y la humanidad, aun en los momentos más sombríos".