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Continúa la fiebre de demoliciones de edificios históricos
9 de junio de 2008
En la ciudad de Buenos Aires desde que comenzó el año hasta la fecha se han demolido casi 20 edificios históricos y hay otros 20 petit hoteles que correrían esa misma suerte.
Durante el 2007 se demolían dos petit hoteles (edificación de estilo francés, de principios del 1900) por mes por el auge de la construcción.
Los edificios históricos y las viejas casonas de gran valor arquitectónico de San Telmo y Barracas son los más afectados si bien en todos los barrios de la ciudad se han producido.
Aunque San Telmo, Barracas, La Boca, Centro, Recoleta (eje Callao-Entre Rios) son los que tienen la mayor concentración de estas edificaciones, no hay que desconocer que en Flores y otros barrios existen.
El problema de fondo es que no hay información porque nunca se ha hecho un relevamiento completo de los edificios y casonas considerados de valor histórico o arquitectónico en la ciudad de Buenos Aires.
Por eso muchos fueron destruidos logrando “excepciones” otorgadas por las autoridades municipales.
¿Hay una normativa sobre protección patrimonial de edificios históricos?
La respuesta es afirmativa. Pero hay tal superposición de leyes y normativas que ni siquiera los profesionales las pueden interpretar correctamente.
Es más, algunas invalidan a otras, a la vez que siguen apareciendo constantemente nuevas.
Asimismo, los habitantes de la ciudad desconocen esta situación si bien en los últimos años se han conformado grupos de vecinos que están intentando crear una conciencia ciudadana sobre la preservación de los bienes culturales de la ciudad.
El caso más gráfico es el de Caballito. Por normativas municipales desde 1989 está considerado un barrio de alta densidad en el que se pueden construir 8/9 pisos dependiendo de la superficie del terreno pero recién a fines del 2003 se comenzaron a construir edificios en altura.
Hasta que en mayo del corriente se restringió en un radio de 80 manzanas de Caballito Norte la construcción de torres.
¿Cómo se protege el comprador de buena fe? En la escritura traslativa de dominio no figura si el inmueble está afectado por las leyes de patrimonio histórico u otras que impiden su demolición, mejoras, restauraciones diversas, cambios de usos.
Tampoco se puede conocer restricciones solicitando informes municipales.
Los recaudos hay que tomarlos sobre todo si la propiedad fue construía antes de 1941.como lo señala la ley del Gobierno de la ciudad del 29 de noviembre del 2007 (cuyo texto se transcribe).
El listado que menciona la ley comprende 2800 edificios de protección patrimonial de la ciudad hasta ahora. Todos los días se agregan otros...
No es ningún consuelo saber que más de 2.000 edificios históricos han desaparecido de Moscú en los últimos 15 años siendo la Plaza Roja el centro de una pelea desde que el Kremlin demolió en secreto cinco de sus edificios del siglo XIX, un vandalismo arquitectónico.
La última demolición fueron las salas de reunión de León Trotsky para reemplazarlas por un hotel de lujo.
Esta fiebre de demoliciones tiene razones de Perogrullo: el negocio inmobiliario. Las tierras urbanas localizadas estratégicamente son cada día más escasas y caras. Vale todo para conseguirlas.
Durante el 2007 se demolían dos petit hoteles (edificación de estilo francés, de principios del 1900) por mes por el auge de la construcción.
Los edificios históricos y las viejas casonas de gran valor arquitectónico de San Telmo y Barracas son los más afectados si bien en todos los barrios de la ciudad se han producido.
Aunque San Telmo, Barracas, La Boca, Centro, Recoleta (eje Callao-Entre Rios) son los que tienen la mayor concentración de estas edificaciones, no hay que desconocer que en Flores y otros barrios existen.
El problema de fondo es que no hay información porque nunca se ha hecho un relevamiento completo de los edificios y casonas considerados de valor histórico o arquitectónico en la ciudad de Buenos Aires.
Por eso muchos fueron destruidos logrando “excepciones” otorgadas por las autoridades municipales.
¿Hay una normativa sobre protección patrimonial de edificios históricos?
La respuesta es afirmativa. Pero hay tal superposición de leyes y normativas que ni siquiera los profesionales las pueden interpretar correctamente.
Es más, algunas invalidan a otras, a la vez que siguen apareciendo constantemente nuevas.
Asimismo, los habitantes de la ciudad desconocen esta situación si bien en los últimos años se han conformado grupos de vecinos que están intentando crear una conciencia ciudadana sobre la preservación de los bienes culturales de la ciudad.
El caso más gráfico es el de Caballito. Por normativas municipales desde 1989 está considerado un barrio de alta densidad en el que se pueden construir 8/9 pisos dependiendo de la superficie del terreno pero recién a fines del 2003 se comenzaron a construir edificios en altura.
Hasta que en mayo del corriente se restringió en un radio de 80 manzanas de Caballito Norte la construcción de torres.
¿Cómo se protege el comprador de buena fe? En la escritura traslativa de dominio no figura si el inmueble está afectado por las leyes de patrimonio histórico u otras que impiden su demolición, mejoras, restauraciones diversas, cambios de usos.
Tampoco se puede conocer restricciones solicitando informes municipales.
Los recaudos hay que tomarlos sobre todo si la propiedad fue construía antes de 1941.como lo señala la ley del Gobierno de la ciudad del 29 de noviembre del 2007 (cuyo texto se transcribe).
El listado que menciona la ley comprende 2800 edificios de protección patrimonial de la ciudad hasta ahora. Todos los días se agregan otros...
No es ningún consuelo saber que más de 2.000 edificios históricos han desaparecido de Moscú en los últimos 15 años siendo la Plaza Roja el centro de una pelea desde que el Kremlin demolió en secreto cinco de sus edificios del siglo XIX, un vandalismo arquitectónico.
La última demolición fueron las salas de reunión de León Trotsky para reemplazarlas por un hotel de lujo.
Esta fiebre de demoliciones tiene razones de Perogrullo: el negocio inmobiliario. Las tierras urbanas localizadas estratégicamente son cada día más escasas y caras. Vale todo para conseguirlas.