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Empresarios quieren saber "cómo sigue la película"
20 de mayo de 2007
El mundo empresario está satisfecho con lo logrado hasta aquí en materia económica, pero existe inquietud por lo que vendrá tras las elecciones de octubre.
Hay preocupación por las turbulencias políticas que comenzaron a enrarecer el clima preelectoral, con mayor protesta en las calles manifestado en el hartazgo de distintos sectores sociales que observan cómo sus reclamos continúan
insatisfechos a pesar de la bonanza económica.
"Vamos bien, pero queremos saber cómo sigue la película", graficó uno de los empresarios que tiene línea directa con la Casa Rosada, por su total afinidad con las política macroeconómica implementada desde Balcarce 50 que incluye dólar alto y aliento a las exportaciones.
El tema será uno de los ejes del encuentro que tienen agendado para el jueves 24 de mayo el presidente Kirchner y la nueva cúpula de la UIA encabezada por Juan Carlos Lascurain.
Allí serán recibidos por el presidente, la ministra Felisa Miceli y el secretario de Industria, Miguel Peirano, un hombre clave en el "puente de plata" que existe entre el gobierno y la nueva cúpula fabril.
Peirano tuvo un rol central en la UIA durante los 90 como jefe de asesores económicos de la central fabril y desempeñó una tarea casi titánica contra algunos preceptos de la convertibilidad de Domingo Cavallo, cuando la industria comenzó a alertar sobre el
agotamiento de ese modelo.
Si bien está alineado con la ministra Miceli, Peirano es uno de los secretarios que tiene llegada directa a Kirchner y podría desempeñar un cargo clave en caso de que el ministro Daniel Filmus logre lo que por ahora muchos consideran improbable:
conducir los destinos de la Ciudad de Buenos Aires.
En la reunión con Kirchner, los hombres de empresa llevarán algunos números para reforzar los argumentos sobre la necesidad de más créditos para el aparato productivo.
En la UIA se quejan porque los bancos destinan casi todos sus fondos en préstamos para el consumo, en lugar de orientarlos hacia la producción.
Un estudio que circula en la central fabril alerta que casi nueve de cada diez pesos que presta el sistema financiero argentino se destina al consumo.
El trabajo señala que el sistema financiero en la Argentina presta el 10 por ciento del Producto Bruto, cuando en Chile es el 75 por ciento, en México el 45 y en España el 108.
Y advertirán al presidente sobre un fenómeno que se está dando en el interior de las industrias y que mucho no trasciende: gran parte del financiamiento se soporta en las cadenas de apoyo a proveedores que tienen grandes grupos fabriles, como Techint, pero
con eso no alcanza.
Justamente, el nuevo presidente de la UIA surgió de esa cadena de proveedores en su condición de directivo de las empresas metalúrgicas nucleadas en ADIMRA.
En el encuentro con el presidente, los industriales también plantearán la necesidad de resolver lo que denominan "la moneda de largo plazo", es decir, cómo se crean las condiciones para que el sistema financiero pueda prestar a 15 ó 20 años con una mayor
previsibilidad.
Los precios, Felisa y "Morenito"
Kirchner confía en mantener en caja la inflación al menos hasta las elecciones, pero para ello requiere poner "la casa en orden".
Por eso, ordenó otra vez acallar los tambores de guerra que sonaban en piezas clave de su equipo económico, a partir de la sucesión de desaguisados cometidos bajo el amparo del "bien superior" de evitar que se dispare la inflación.
A esta altura, se admite en la Rosada que el conflicto aún no del todo resuelto con el campo se agitó más por la tozudez de Moreno en intervenir en el Mercado de Hacienda de Liniers, lo cual es rechazado también por distintas provincias ganaderas.
Algo similar ocurre en el Mercado Central, donde la iracundia de los hombres de Moreno provocó una reacción de proporciones de parte del gobernador bonaerense Felipe Solá, con final aún abierto.
En las últimas semanas arreciaron los rumores sobre el alejamiento del secretario de Comercio Interior, pero el presidente considera que este no es el momento de desprenderse de un funcionario todo terreno que le responde ciegamente.
"Morenito tiene que aprender política, pero es un muchacho eficiente", aseguran que dijo Kirchner cuando alguno de sus hombres de confianza planteó dudas sobre el secretario de Comercio.
Cerca de Moreno no pasó desapercibido el inédito alto perfil que intenta cobrar el subsecretario de Defensa del Consumidor, José Luis López, quien sería bien visto por Felisa Miceli para reemplazarlo como secretario de Comercio.
Igual, en la lógica kirchnerista se cumple casi a rajatabla el precepto vaticano de que "quien entra Papa, sale cardenal", por lo que aparece improbable que, en caso de un alejamiento del polémico secretario, López lo reemplazara.
Por ahora, Kirchner repite ante su círculo íntimo que Moreno es "un buen muchacho", casi la misma frase que usaba Juan Perón para describir a aquellos lugartenientes que le eran funcionales pero a veces se mandaban "macanas" o se excedían en las tareas
que les encomendaba.
Por ahora se transita una etapa de reordenamiento sin que la sangre llegue al río en el equipo económico, con epicentro en el INDEC, donde comenzaron a nombrarse funcionarios en áreas clave y un equipo de asesores cercano al nuevo titular, Alejandro Barrios, intenta poner las cosas en su lugar.
Le será difícil al organismo recuperar el prestigio perdido en estos meses de confusión y desprolijidad, pero la tarea debe hacerse cuanto antes, porque de ello depende que gran parte de las variables macroeconómicas clave de la Argentina recobren valor a la hora de tomar decisiones.
Entre los cambios que se vienen, Miceli impulsará que el INDEC reformule el cálculo de la canasta básica, para que tenga en cuenta la forma de consumo de una familia argentina en la actualidad, y modificar la base de cálculo del costo de vida, que
es de 1996, por la de 2006.
Los cambios que se preparan encerrarán polémica, ya que la ministra quiere bajar casi a cero la ponderación de precios como los de la medicina prepaga y la educación privada, con el argumento de que no afectan a la mayoría de la población.
Justamente, son dos de los precios que más subieron en los últimos meses y, otra vez, el gobierno correrá el riesgo de quedar pegado a un intento de maquillar índices.