La UEFA fue acusada en Israel de antisemita por su resolución de suspender los partidos que por competencias europeas se debían jugar en ese territorio, por cuestiones de seguridad ante el conflicto bélico que se registra con el Líbano.

Igualmente, la resolución fue apelada por Iche Menahem, presidente de la Federación Israelí de Fútbol.

"Es un dictamen basado en ideas políticas. Tiene tintes antisemitas", sentenció Hezi Maguen, presidente del club Bnei Yehuda, que tendrá que jugar como local frente a Lokomotiv de Sofía en Kiev, Ucrania.

También se vio afectado por la resolución del organismo europeo Hapoel Tel Aviv, ya que tendrá que viajar a Holanda para recibir a Domzale de Eslovenia.

"La última vez que la UEFA prohibió los partidos en Israel se celebraron en ese país decenas de partidos de básquetbol de competiciones europeas y jugadores y aficionados estuvieron aquí perfectamente", se quejó Maguen.

El dirigente israelí estimó que esta decisión se debe a la escasa importancia de los equipos israelíes en fútbol, al contrario de lo que sucede en el básquetbol.