Asteriscos.Tv - http://www.asteriscos.tv/
Permalink: http://www.asteriscos.tv/deportes-5351.html
River: la historia de desatinos llegó a su fin
6 de diciembre de 2009
Las elecciones en River determinaron, no sólo que Daniel Passarella sea el nuevo presidente del club, si no también -y es lo que muchos hinchas desean- que se terminen los desatinos de una vez y que reine finalmente la coherencia.
Esto no quiere decir que el "kaiser" aportará esas cualidades -tal vez sí-, sino que permita encontrar un poco de tranquilidad a una entidad futbolística que en los últimos tiempos sólo estuvo signada por los desatinos.
La gestión de José María Aguilar, durante ocho años en el club, fueron tal vez los peores de las últimas décadas, ya que si bien tuvo algún título obtenido en materia futbolística, los hechos extra-deportivos pusieron a River más cerca de las páginas policiales que de las otras.
El crimen de Gonzalo Acro, la connivencia entre los dirigentes y los barrabravas y el déficit comercial que derivó en la venta de porcentajes de sus jóvenes promesas para poder pagar la pintura del estadio Monumental, dan una acabada idea de los pocos -casi nulos- aciertos de Aguilar y compañía al frente del club.
Las elecciones tampoco fueron algo ajeno a este presente lleno de confusiones, dado que en primer término fue Rodolfo D'Onofrio quien se adjudicó la victoria por dos votos, pero luego la Junta Electoral confirmó que el flamante presidente es Daniel Passarella.
Será cuestión que los ánimos se calmen, que si la lista de D'Onofrio se considera perjudicada haga la correspondiente presentación ante la Justicia, pero que por el bien de todos y por la rica historia "millonaria" las aguas se calmen, las mentes estén frías y se tomen las mejores decisiones, para no penar los tiempos idos.
Sólo el tiempo será el que juzgue la gestión de Passarella, que como jugador y entrenador tuvo idas y vueltas, y ahora tendrá que conducir a un club con un pasivo enorme, con una crisis futbolística sin igual y con varios interrogantes en su futuro. Será cuestión de esperar y que reine de una vez por todas la cordura.