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Boca, un justo campeón. Tigre se llevó los honores
23 de diciembre de 2008
La definición de este "loco, loco" Torneo Apertura tuvo todos los matices y un justo ganador como fue Boca Juniors, que supo aprovechar sus momentos con San Lorenzo y por diferencia de gol superó a todos y se adjudicó el título.
El triangular final dejó también una imagen impresionante, de un "equipo chico" como es Tigre que le ganó a Boca en pleno estadio de Racing, por 1-0, y fue despedido por su gente con todos los honores, porque el conjunto de Diego Cagna realizó una campaña impresionante, aunque se quedó a orillas del objetivo final.
Boca supo sortear todas las adversidades posibles, como las graves lesiones de Martín Palermo y Gabriel Paletta -ambas ligamentarias-, la separación del plantel del arquero Mauricio Caranta y hasta la muerte de su presidente Pedro Pompilio.
Sin embargo, apostó a repatriar a Luciano Figueroa, vital en los últimos partidos de la parte regular, a los juveniles de las divisiones inferiores y a un juego que se basó en la capacidad de conducción de Juan Román Riquelme, figura y guía de este equipo de Carlos Ischia.
El torneo tiene un "condimento especial", como el hecho de saber que la historia y la estadística indicará que Boca fue el campeón y River terminó en la última posición.
Del otro lado estuvo Tigre, un equipo humilde, pero que supo mostrarle a todos que con la unión y una conducción excepcional de Diego Cagna como entrenador, se pueden conseguir objetivos significativos y que no todo pasa por el dinero y la fama, sino por el trabajo y el sacrificio.
El pueblo de Victoria puede quedarse muy tranquilo con todo lo que entregaron sus jugadores en este torneo Apertura, que sin dudas quedará en los anales históricos del club, dado que nunca en los 106 años de vida de la institución había quedado tan cerca de un título.
En el camino, de este torneo Apertura, quedaron hechos por demas significativos, como el último puesto de River, la manera en que San Lorenzo "perdió" el título, cuando llegó a sacarle 11 puntos a Boca -a la postre campeón- y el hecho de que se haya dado un triangular final para definir el campeón.
El fútbol argentino, con todas sus falencias y sus errores, también entrega emociones y esta definición lo demostró. Lo único que queda es seguir disfrutando lo que viene, que siempre puede ser mejor.
El triangular final dejó también una imagen impresionante, de un "equipo chico" como es Tigre que le ganó a Boca en pleno estadio de Racing, por 1-0, y fue despedido por su gente con todos los honores, porque el conjunto de Diego Cagna realizó una campaña impresionante, aunque se quedó a orillas del objetivo final.
Boca supo sortear todas las adversidades posibles, como las graves lesiones de Martín Palermo y Gabriel Paletta -ambas ligamentarias-, la separación del plantel del arquero Mauricio Caranta y hasta la muerte de su presidente Pedro Pompilio.
Sin embargo, apostó a repatriar a Luciano Figueroa, vital en los últimos partidos de la parte regular, a los juveniles de las divisiones inferiores y a un juego que se basó en la capacidad de conducción de Juan Román Riquelme, figura y guía de este equipo de Carlos Ischia.
El torneo tiene un "condimento especial", como el hecho de saber que la historia y la estadística indicará que Boca fue el campeón y River terminó en la última posición.
Del otro lado estuvo Tigre, un equipo humilde, pero que supo mostrarle a todos que con la unión y una conducción excepcional de Diego Cagna como entrenador, se pueden conseguir objetivos significativos y que no todo pasa por el dinero y la fama, sino por el trabajo y el sacrificio.
El pueblo de Victoria puede quedarse muy tranquilo con todo lo que entregaron sus jugadores en este torneo Apertura, que sin dudas quedará en los anales históricos del club, dado que nunca en los 106 años de vida de la institución había quedado tan cerca de un título.
En el camino, de este torneo Apertura, quedaron hechos por demas significativos, como el último puesto de River, la manera en que San Lorenzo "perdió" el título, cuando llegó a sacarle 11 puntos a Boca -a la postre campeón- y el hecho de que se haya dado un triangular final para definir el campeón.
El fútbol argentino, con todas sus falencias y sus errores, también entrega emociones y esta definición lo demostró. Lo único que queda es seguir disfrutando lo que viene, que siempre puede ser mejor.