Todo estaba listo para una cómoda derrota argentina, pero el primer tiempo mostrado por Los Pumas, que sacaron a relucir la histórica garra, permitió conseguir un triunfo sorpresivo ante el local Francia, en el partido inaugural.

La forma en que jugadores como Ledesma, Hernández o Corletto se brindaron para el equipo, aparte de la conducción de Pichot y la pegada de Felipe Contepomi, le permitieron a los argentinos conseguir un arranque esperanzador.

El mundial de rugby, que se juega cada cuatro años, fue la cita elegida por Los Pumas -que debieron sortear muchas bajas por lesiones- para mostrarle al mundo que el rugby argentino evolucionó y se ganó el respeto de las superpotencias.

La gente, en general, no conoce términos como "mauls", "raucks" o "try", pero saben ver cómo un grupo de hombres, que están en inferiridad de preparación -por cuestiones históricas- que los franceses, pueden sortear adversidades y mostrarle a aquellos que no confiaban en este equipo, que estaban equivocados.

Puro corazón, sacrificio y obviamente, buen juego, hicieron que Los Pumas "asfixiaran" a Francia en el primer tiempo, ante un equipo francés desconcertado por la producción albiceleste.

Este fue sólo el comienzo, el camino es durísimo, aunque un primer objetivo se cumplió con creces. La esperanza se sustenta en la emoción de seguir a Los Pumas, siempre.