Las chances de San Lorenzo se agigantaron cuando parecía que luego del empate 1-1 con Argentinos Juniors iba a quedar comprometido en la recta final del torneo Clausura. Ahora los de Ramón Díaz están más que fuertes y pueden dar la vuelta olímpica el próximo domingo, cuando reciba a Arsenal.

Un cansado Boca, casi exhausto y urgido de rotación, viajó hasta Santa Fe en donde el Colón de Leonardo Astrada le aguó la fiesta y le asestó un duro golpe a sus ilusiones de campeón, con un rotundo 2-1.

Estudiantes tenía una luz de esperanza para alcanzar el bicampeonato, pero el nuevo Racing de Gustavo Costas pudo salir del ostracismo y con un 2-0 inapelable y desdibujando al campeón, lo sacó definitivamente de la pelea.

La 17a fecha del torneo Clausura se repartió en cuatro días diferentes, debido a las elecciones en la Capital Federal, en las que ganó Mauricio Macri, presidente de Boca, seguido por Daniel Filmus, un ferviente hincha azulgrana.

La lectura podría ser que uno ganó y el otro perdió, pero en terrenos diferentes, aunque todos sabemos que política y deporte, históricamente, han ido de la mano, para un lado o para el otro.

Macri ganó en las urnas, pero perdió "su" Boca, mientras que Filmus salió segundo (irá al ballotage), y "su" San Lorenzo sigue primero.

El torneo Clausura está llegando a su fin y va dejando algunos ítems como para tener en cuenta: la respuestas de San Lorenzo y su entrenador Ramón Díaz, el desgaste que sufre Boca, la capacidad de Estudiantes, la debacle de River y la inexpresividad de Racing e Independiente.

Sin embargo algo sigue inalterable, y es la pasión del hincha, que algunos quieren confundir con la violencia y eso sí, es un mal incurable.