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En Alemania se preguntan: ¿Y los goles para cuándo?
14 de junio de 2006
El gol es la emoción máxima del fútbol. Por él y en busca de él, miles de jugadores en todo el mundo se pelean, corren, sudan y maldicen. El Mundial de Alemania 2006 no es la excepción y en ocasiones un gol (tor para los germanos) puede deparar alegrías y tristezas.
Sin embargo, y pese a los denodados esfuerzos de parte de la FIFA por hacer que los partidos tengan más goles, éstos no estuvieron en la medida de lo esperado en la primera fecha del certamen que se disputa en tierras bávaras.
La FIFA hizo más liviana la pelota, más zigzagueante. Modificó hace algunos años ciertas jugadas de los "fuera de juego". Apuntaló el "Fair Play" (Juego limpio) y sancionó con dureza a los que no dejan que los habilidosos puedan desplegar su arte.
No obstante ello, el Mundial de Alemania -que bueno es recordar tiene récord de espectadores- no logra superar el promedio de los mundiales anteriores.
En los primeros 16 partidos de grupo -correspondientes a la primera fecha- sólo se anotaron 39 goles, un promedio de sólo 2,44 tantos por partido.
Sólo Italia 90, con 2,21 goles por partido, está por debajo de esa cifra, con un total de 115 goles en 52 partidos, cuando aún lo disputaban 24 selecciones.
En esta primera fecha hubo dos 0-0 (Suecia-Trinidad y Tobago y Francia-Suiza), en tanto el 1-0 fue el resultado más común, en cuatro cotejos, mientras que el 2-1 le sigue con tres encuentros, entre ellos el triunfo de Argentina a Costa de Marfil.
Luego se dieron dos 3-1 (Australia a Japón y México a Irán), y solo una vez un partido terminó 2-2 (Túnez-Arabia Saudita), 3-0 (Rep.Checa a Estados Unidos), 4-0 (España a Ucrania) y 4-2, el inaugural entre Alemania y Costa Rica.
Si bien no hay muchos goles, espectadores no faltan. Un total de 822.604 personas concurrieron a ver los 16 partidos, el promedio de 51.413 por encuentro es la segunda mayor marca en la historia del Mundial después de la de 1994 en Estados Unidos, donde se alcanzó el récord de 68.991 personas en promedio por cotejo.
En 1974, en Alemania vieron cada partido un promedio de 46.530 personas, pero lógicamente con otros estadios y otra infraestructura, marketing de por medio.
También hay "perlitas" que la primera jornada completa de la fase de grupos dejó, como el hecho de haberse marcado solo un gol de penal, el de David Villa de España a Ucrania, que además fue la única pena máxima sancionada.
Entre los datos significativos se encuentran los siete goles que "llegaron desde el banquillo", dado que fueron señalados por jugadores suplentes, siendo los más destacados Sami Al-Jaber de Arabia Saudita, que anotó en la primera pelota que tocó, o los delanteros australianos Tim Cahill (dos) y John Aloisi, quienes marcaron en ocho minutos para revertir un 0-1 y marcar un 3-1 contra Japón.
Además, seis jugadores lideran la tabla de goleadores con dos conquistas cada uno: Omar Bravo (México), Tim Cahill (Australia), Miroslav Klose (Alemania), Thomas Rosicky (Rep. Checa), David Villa (España) y Paulo Wanchope (Costa Rica). Pero ojo, porque Hernán Crespo y Javier Saviola se hicieron presentes en la red, y aún Ronaldo y Ronaldinho no se despertaron.
Sin embargo, y pese a los denodados esfuerzos de parte de la FIFA por hacer que los partidos tengan más goles, éstos no estuvieron en la medida de lo esperado en la primera fecha del certamen que se disputa en tierras bávaras.
La FIFA hizo más liviana la pelota, más zigzagueante. Modificó hace algunos años ciertas jugadas de los "fuera de juego". Apuntaló el "Fair Play" (Juego limpio) y sancionó con dureza a los que no dejan que los habilidosos puedan desplegar su arte.
No obstante ello, el Mundial de Alemania -que bueno es recordar tiene récord de espectadores- no logra superar el promedio de los mundiales anteriores.
En los primeros 16 partidos de grupo -correspondientes a la primera fecha- sólo se anotaron 39 goles, un promedio de sólo 2,44 tantos por partido.
Sólo Italia 90, con 2,21 goles por partido, está por debajo de esa cifra, con un total de 115 goles en 52 partidos, cuando aún lo disputaban 24 selecciones.
En esta primera fecha hubo dos 0-0 (Suecia-Trinidad y Tobago y Francia-Suiza), en tanto el 1-0 fue el resultado más común, en cuatro cotejos, mientras que el 2-1 le sigue con tres encuentros, entre ellos el triunfo de Argentina a Costa de Marfil.
Luego se dieron dos 3-1 (Australia a Japón y México a Irán), y solo una vez un partido terminó 2-2 (Túnez-Arabia Saudita), 3-0 (Rep.Checa a Estados Unidos), 4-0 (España a Ucrania) y 4-2, el inaugural entre Alemania y Costa Rica.
Si bien no hay muchos goles, espectadores no faltan. Un total de 822.604 personas concurrieron a ver los 16 partidos, el promedio de 51.413 por encuentro es la segunda mayor marca en la historia del Mundial después de la de 1994 en Estados Unidos, donde se alcanzó el récord de 68.991 personas en promedio por cotejo.
En 1974, en Alemania vieron cada partido un promedio de 46.530 personas, pero lógicamente con otros estadios y otra infraestructura, marketing de por medio.
También hay "perlitas" que la primera jornada completa de la fase de grupos dejó, como el hecho de haberse marcado solo un gol de penal, el de David Villa de España a Ucrania, que además fue la única pena máxima sancionada.
Entre los datos significativos se encuentran los siete goles que "llegaron desde el banquillo", dado que fueron señalados por jugadores suplentes, siendo los más destacados Sami Al-Jaber de Arabia Saudita, que anotó en la primera pelota que tocó, o los delanteros australianos Tim Cahill (dos) y John Aloisi, quienes marcaron en ocho minutos para revertir un 0-1 y marcar un 3-1 contra Japón.
Además, seis jugadores lideran la tabla de goleadores con dos conquistas cada uno: Omar Bravo (México), Tim Cahill (Australia), Miroslav Klose (Alemania), Thomas Rosicky (Rep. Checa), David Villa (España) y Paulo Wanchope (Costa Rica). Pero ojo, porque Hernán Crespo y Javier Saviola se hicieron presentes en la red, y aún Ronaldo y Ronaldinho no se despertaron.