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Aterosclerosis: nueva droga la hace más lenta
24 de abril de 2008
Las autoridades sanitarias locales aprobaron en la Argentina el uso de una droga de la familia de las "estatinas", la rosuvastatina, para "hacer más lenta" la progresión de la aterosclerosis en pacientes con colesterol elevado.
"Esta es la primera estatina aprobada por agencias regulatorias para el control -junto con la dieta- de la progresión de las lesiones ateroscleróticas. Esta nueva indicación se suma a la conocida prescripción de este medicamento para bajar el colesterol sanguíneo", señaló el especialista Alberto Lorenzatti, jefe de Lípidos y Prevención Cardiovascular del Departamento de Cardiología del Hospital de Córdoba.
Según lo indicado por especialistas locales, esta droga "es la única que posee esta nueva indicación dentro de los medicamentos de su clase, es decir las estatinas".
De acuerdo a lo que pudo saber Asteriscos.tv, la aprobación se basó principalmente en los resultados de dos estudios, denominados ASTEROID –realizado en pacientes coronarios-, y METEOR- hecho en pacientes cuyas arterias carótidas se hallaban engrosadas, lo que podría considerarse un primer estadío de la enfermedad-.
Según explicó Lorenzatti, "ambas investigaciones constituyen una prueba inequívoca del beneficio de dicha estatina en el control de la aterosclerosis, abriendo una excelente oportunidad para la prevención y el tratamiento de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica, principal causa de muerte en el mundo occidental".
A su vez, otro especialista, Juan Carlos Rivas, presidente de la Sociedad Argentina de Lípidos y director de Lípidos del Instituto Cardiovascular y del Sanatorio Parque de Rosario, señaló que "el uso de rosuvastatina, en 40 miligramos, a dos años, disminuye el progreso de enfermedad temprana -medida por el grosor en la pared de la artería llamada íntima-media- y reduce el tamaño de la placa de ateroma –los depósitos de grasa en la pared de la arteria- en enfermedad avanzada, lo que se denomina ‘regresión’".
La aterosclerosis consiste en la acumulación de depósitos de grasa y otras células, que se asientan en las paredes internas de las arterias formando una placa de ateroma.
Esta condición es la consecuencia del colesterol elevado y, para muchos, es una enfermedad silenciosa, sin signos visibles ni síntomas. La enfermedad puede manifestarse en la adultez temprana y continuar en progresión de por vida, pero a pesar de la seriedad que reviste, la mayor parte de la gente desconoce cómo se desarrolla y cómo progresa esta enfermedad.
El especialista Jorge Lerman, jefe de Cardiología del Hospital de Clínicas y presidente del Comité Organizador del Congreso Mundial de Cardiología, que se hará en Buenos Aires, dijo que esta enfermedad "es la causa más frecuente de muerte en nuestro país: en la población mayor de 55 años, la aterosclerosis cardíaca o cerebral es responsable de alrededor del 70 por ciento de los fallecimientos".
En tanto, con respecto al uso de rosuvastatina en estos casos, dijo que "puede ser utilizada en individuos con colesterol total o colesterol LDL o triglicéridos elevados, en pacientes con enfermedad aterosclerótica en cualquier localización y probablemente en cualquier individuo con un riesgo calculado mayor del 20 por ciento de padecer eventos cardiovasculares en un plazo de 10 años o con síndrome metabólico".
Según subrayaron los especialistas, uno de los estudios realizados, el METEOR, "demostró que con 40 mg de rosuvastatina se reduce la progresión del engrosamiento de la pared carotídea, es decir que frena el progreso hacia aterosclerosis, mejorando el riesgo cardiovascular en un estadio temprano de la enfermedad".
El otro de los trabajos, el ASTEROID, "mostró que se puede reducir el volumen de la placa de ateroma en individuos con enfermedad avanzada".
El especialista Gerardo Elikir, del Consultorio de Lípidos y
Aterosclerosis de la Fundación Favaloro, explicó que "la aterosclerosis es una enfermedad que afecta el corazón, el cerebro, los riñones y los miembros inferiores. Se manifiesta como infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y otras enfermedades cardiovasculares".
A su vez, Lerman resaltó que "puede concluirse que el 28,4% de la población argentina tiene un riesgo mayor del 10% de padecer un evento cardiovascular grave o muerte en los próximos 10 años".
"Medidas simples tales como no fumar, hacer ejercicio físico aeróbico durante 30 minutos, cinco veces por semana y consumir una dieta rica en frutas, vegetales, fibras, lácteos descremados y pescado y pobre en grasas animales, lácteos enteros y frituras pueden reducir sustancialmente este riesgo", aseveró.