Andrés Romero tuvo su mejor actuación en el Tour Europeo, al compartir el segundo lugar del Abierto de Escocia, uno de los torneos más tradicionales del circuito.

El tucumano presentó una tarjeta de 69 golpes, acumuló 11 bajo el par y se ubicó a dos golpes del sueco Johan Edfors. El argentino tuvo posibilidades de ir al desempate, pero subió el hoyo final.

Romero, quien no tiene nada que ver con "El Gato", es una de las máximas promesas del golf argentino.

Jugó y se rozó con los mejores jugadores del circuito y en la última jornada salió a atacar la cancha.

En su trayecto de ida, mantuvo la regularidad y apenas pudo bajar el par 5 del hoyo seis. Se entusiasmó con un birdie en el par cuatro del 10, pero en el par cuatro del 12 tropezó con un bogie.

Parecía que ahí se retiraba de la pelea. Error, ya que anotó dos birdies al hilo (en los pares cuatro del 14 y 15) para darle emoción al final. A esa altura, estaba a un golpe del sueco Edfors, quien había terminado más temprano con un vueltón de 63 golpes.

El argentino, entonces, precisaba bajar uno de los tres hoyos que le faltaban para aspirar a la definición extra con Edfors.

Nada sencillo, por cierto, ya que le esperaba un interminable par cuatro (490 yardas), un largo par tres (205 yardas) y un duro par cuatro (455 yardas). Anotó par en el 16 y su ilusión se mantuvo. Le faltaba algo más. También salió bien parado en el 17. Su última oportunidad estaba en el 18, pero lo subió y se esfumó la ilusión de ir al desempate.

Angel Cabrera, en tanto, volvió a cerrar con una vuelta bajo el par. Hizo 70 y quedó en la posición decimocuarta. Este torneo repartió 3.465.210 euros en premios.