El presidente del Barcelona, Sandro Rosell, aseguró hoy que el club perdió 79,6 millones de euros (111,78 millones de dólares) en el último año y alertó sobre una deuda total de 430 millones (601 millones de dólares).

El máximo dirigente del campeón de la Liga española de fútbol protagonizó la primera Asamblea General Ordinaria de socios desde su asunción en el cargo y volvió a arremeter contra la anterior gestión de Joan Laporta durante el balance económico.

"La cuenta de resultados no es nada positiva. Hay 79 millones de pérdidas y tenemos una deuda muy elevada en todos los niveles de más de 400 millones de euros", afirmó Rosell ante 1.187 socios compromisarios del club.

La deuda del Barcelona se duplicó a lo largo de los últimos dos años, período en el que los ingresos crecieron un ocho por ciento y los gastos, un 34 por ciento, según se informó en la Asamblea.

El dirigente advirtió que el Barcelona necesitará al menos tres años para estabilizarse económicamente, aunque se mostró optimista de cara al futuro: "Se nos ha confirmado un crédito bancario de 155 millones de euros que nos garantiza solidez económica. Pronto recuperaremos los números en positivo".

Durante la Asamblea se presentó el informe preventivo denominado "Due Diligence", a cargo de la consultora KPMG, en el que se expusieron los detalles de las pérdidas del club.

Ferrán García Ferrer, representante de KPMG, informó sobre los gastos del Barcelona durante la gestión de Laporta entre los que se encontraban 90.000 euros en entradas para un concierto de U2, dos millones de euros en detectives privados y seguridad especial, y 631.000 euros en entradas para la final de la Liga de Campeones contra el Manchester United.