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El "Globito" con Brindisi no levantó aún vuelo: 1 a 1
26 de septiembre de 2010
Pese a la ilusión generada por la vuelta de uno de los hijos pródigos del club, como es Miguel Brindisi, Huracán sigue mostrando la misma cara que en los últimos partidos y apenas pudo empatar como local ante Godoy Cruz 1 a 1.
Jairo Castillo anotó el tanto de los mendocinos, mientras que Gastón Machín, tras un grosero error del arquero Ibáñez consiguió la igualdad. Fueron expulsados David Ramírez en la visita y el propio Machín en el local.
Desde el inicio, el equipo mendocino tomó el control del partido, con la figura de David Ramírez comandando la construcción de juego. A él se sumaba un movedizo Jairo Castillo, que cada vez que encaraba a los defensores generaba una situación de peligro.
El "Globo" sufrió en los primeros minutos la falta de capacidad para recuperar la pelota, que le quedaba demasiado lejos a "Matute" Morales, el encargado de manejar los hilos en el conjunto de Brindisi.
Sin embargo, a los 15 minutos sucedió una jugada clave para el desarrollo del juego: David Ramírez luchó una pelota con Gastón Machín, y Abal entendió que el jugador de Godoy Cruz había agredido a su rival, y decidió expulsarlo.
Pese a tener un hombre menos, el equipo "tombino" siguió insistiendo con su fútbol ofensivo, y siempre dio la sensación de estar más cerca que Huracán. Y así llegó a la apertura del marcador. A los 43 minutos, Monzón le contuvo un penal a Jairo Castillo, pero en el rebote el colombiano la mandó al fondo del arco . Ventaja y justicia para lo que había sido el primer tiempo.
Pero cuando la etapa se terminaba, sucedió algo que no estaba en los planes. Un centro intrascendente se le escurrió entre las manos a Ibáñez, y lo aprovechó Gastón Machín, que de cabeza estableció el empate.
En el segundo tiempo, Huracán se animó un poco más, pero careció de recursos futbolísticos como para plasmar en la red esa intención . Y cuando se fue expulsado Gastón Machín por doble amarilla, el t´rámite volvió a ser favorable para los mendocinos, que merecieron llevarse el triunfo.
La igualdad dejó la certeza de que Brindisi tendrá un arduoi trabajo para darle identidad a un equipo sin ideas , y que se fue silbado pese a la ilusión de un nuevo ciclo.
Jairo Castillo anotó el tanto de los mendocinos, mientras que Gastón Machín, tras un grosero error del arquero Ibáñez consiguió la igualdad. Fueron expulsados David Ramírez en la visita y el propio Machín en el local.
Desde el inicio, el equipo mendocino tomó el control del partido, con la figura de David Ramírez comandando la construcción de juego. A él se sumaba un movedizo Jairo Castillo, que cada vez que encaraba a los defensores generaba una situación de peligro.
El "Globo" sufrió en los primeros minutos la falta de capacidad para recuperar la pelota, que le quedaba demasiado lejos a "Matute" Morales, el encargado de manejar los hilos en el conjunto de Brindisi.
Sin embargo, a los 15 minutos sucedió una jugada clave para el desarrollo del juego: David Ramírez luchó una pelota con Gastón Machín, y Abal entendió que el jugador de Godoy Cruz había agredido a su rival, y decidió expulsarlo.
Pese a tener un hombre menos, el equipo "tombino" siguió insistiendo con su fútbol ofensivo, y siempre dio la sensación de estar más cerca que Huracán. Y así llegó a la apertura del marcador. A los 43 minutos, Monzón le contuvo un penal a Jairo Castillo, pero en el rebote el colombiano la mandó al fondo del arco . Ventaja y justicia para lo que había sido el primer tiempo.
Pero cuando la etapa se terminaba, sucedió algo que no estaba en los planes. Un centro intrascendente se le escurrió entre las manos a Ibáñez, y lo aprovechó Gastón Machín, que de cabeza estableció el empate.
En el segundo tiempo, Huracán se animó un poco más, pero careció de recursos futbolísticos como para plasmar en la red esa intención . Y cuando se fue expulsado Gastón Machín por doble amarilla, el t´rámite volvió a ser favorable para los mendocinos, que merecieron llevarse el triunfo.
La igualdad dejó la certeza de que Brindisi tendrá un arduoi trabajo para darle identidad a un equipo sin ideas , y que se fue silbado pese a la ilusión de un nuevo ciclo.