Francia y México saben luego del triunfo contundente de Uruguay ante Sudáfrica que solo un resultado positivo los deja en carrera a la segunda fese de la Copa del Mundo 2010.

Con ese horizonte se medirán este jueves a partir de las 15:30 hora de Argentina en Estadio Peter Mokaba (Polokwane), en el choque pendiente de la segunda fecha del Grupo A.

Ambas selecciones no consideraron malos resultados los empates cosechados en la primera jornada de la Copa Mundial de la FIFA, donde, en última instancia, más que la dificultad de los adversarios, influyeron la presión y el nerviosismo del estreno.

Ahora, con la obligación de sumar puntos para acercarse a los octavos de final y, de paso, dejar a uno de sus rivales prácticamente descartado, ambas selecciones están obligadas a reaccionar y ofrecer un juego de alto nivel al público de Polokwane.

Francia no mostró un fútbol vibrante en su debut, y continúa en busca de su formación ideal.

Después de ensayar un 4-3-3 en amistosos, Raymond Domenech recondujo al equipo al 4-5-1 empleado contra Uruguay, pero ahora puede avanzar a Franck Ribéry y Yoann Gourcuff para aproximarlos a Nicolas Anelka y volver a probar a Florent Malouda.

Aunque no atraviesan un buen momento, con apenas una victoria en cinco compromisos este año, los Bleus acuden con la ventaja psicológica de no haber perdido ninguno de sus seis últimos encuentros ante su próximo adversario, tres de ellos de la Copa Mundial de la FIFA.

El cuadro mexicano se conjura para olvidar las oportunidades desperdiciadas durante el primer choque y afinar la puntería en ataque.

Javier Aguirre, descontento con la actuación del equipo, probablemente alinee a Andrés Guardado en lugar de Paul Aguilar y mantenga su línea ofensiva, con los jóvenes Carlos Vela, Efraín Juárez y Giovani dos Santos, para tratar de acabar con su incómodo registro frente a equipos europeos en citas mundialistas: hasta hoy, suma una única victoria en ocho partidos.