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Avanza con fuerza el desarrollo urbano rosarino
24 de agosto de 2009
En el marco del Seminario Desarrollo Inmobiliario y Ciudad organizado por el Instituto de Desarrollo Inmobiliario del Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU), expuso la Secretaria de Planeamiento de Rosario, arquitecta Mirta Levin sobre “Inversión para el financiamiento del desarrollo urbano”.
Destacó modalidades, logros y los nuevos desafíos de la gestión local, los procesos de concertación y los modelos de captación e inducción de la inversión para el financiamiento del desarrollo urbano.
En este contexto, la funcionaria insistió en dos conceptos fundamentales para la gestión exitosa: las normas “deben ser una herramienta para planificar y no un impedimento para gestionar y sobre todo, la generación de confianza, que abre las puertas para generar una permanente concertación público-privado”.
Levin reiteró en varios momentos de su charla que “es imprescindible en la planificación urbana, un profundo cambio de mentalidad”.
Añadió que "actualmente a nadie le sorprende que la infraestructura urbana necesita de financiamiento y que el sector público en la mayoría de los casos no puede aportarla por razones presupuestarias, sobre todo cuando se depende de los fondos de la coparticipación federal. Es por ello que resulta fundamental procurar que los inversores privados inviertan en nuevos desarrollos".
En Rosario, “en el último año participaron todos los actores del planeamiento urbano en múltiples audiencias públicas, y Poder Ciudadano monitoreó todo el proceso, inclusive proactivamente participaron expertos internacionales”, enfatizó.
Levin introdujo un concepto innovador, en su disertación: la compensación, ejemplificando que “si un desarrollista es beneficiado con un mayor FOT por un cambio de norma, deberá compensar al municipio y subsidiar otras áreas de la ciudad que se buscan preservar”.
Respecto del Plan Urbano general de Rosario, insistió que: tuvimos que revisar el cuerpo normativo completo, temas legales, técnicos, y físicos, pero en simultáneo diseñamos un Plan Estratégico (pactos sociales, multisectoriales, aspectos físico-ambientales, etcétera.), y Normas Urbanísticas Específicas (uso del suelo, tejido urbano, convenios con urbanizadores, y planes de detalle).
Insistió Levin en que “no podíamos esperar tener el Plan Urbano terminado para actuar por lo que realizamos 12 Planes de Detalle, 29 proyectos APH (Área de Protección Histórica), 5 Planes especiales, y 9 Convenios Edilicios, que van a formar parte del plan general”.
También la Secretaría de Planeamiento desarrolló Planes Sectoriales que integran varios temas como: Plan de Movilidad y Accesibilidad, Plan de Desarrollo de Suelo Industrial, Plan de Suelo para la Vivienda, etc. Además se revisó el Reglamento de Edificación, en temas relacionados a seguridad, control ambiental, resguardo a fenómenos climáticos, etcétera.
Finalmente con una gran dinámica en su extensa alocución, Levin sintetizó las ventajas que le otorgó el Plan Urbano a Rosario: “generó riqueza para la Ciudad; contó con normas particulares y abordaje de los problemas en diferentes escalas: hizo más énfasis en la gestión, en que el urbanismo fue la “vedette”; captó los beneficios de las zonas fuertes de desarrollo, para que subsidien a las zonas débiles con menos recursos; incorporó al inversor privado en el proceso de concertación y recreó la confianza rompiendo los prejuicios que tenía de larga data con el sector privado”.
Rosario es un ejemplo para imitar aunque en las propias palabras de la funcionaria “desgraciadamente en muchas ciudades se coleccionan planes en las bibliotecas”.
Destacó modalidades, logros y los nuevos desafíos de la gestión local, los procesos de concertación y los modelos de captación e inducción de la inversión para el financiamiento del desarrollo urbano.
En este contexto, la funcionaria insistió en dos conceptos fundamentales para la gestión exitosa: las normas “deben ser una herramienta para planificar y no un impedimento para gestionar y sobre todo, la generación de confianza, que abre las puertas para generar una permanente concertación público-privado”.
Levin reiteró en varios momentos de su charla que “es imprescindible en la planificación urbana, un profundo cambio de mentalidad”.
Añadió que "actualmente a nadie le sorprende que la infraestructura urbana necesita de financiamiento y que el sector público en la mayoría de los casos no puede aportarla por razones presupuestarias, sobre todo cuando se depende de los fondos de la coparticipación federal. Es por ello que resulta fundamental procurar que los inversores privados inviertan en nuevos desarrollos".
En Rosario, “en el último año participaron todos los actores del planeamiento urbano en múltiples audiencias públicas, y Poder Ciudadano monitoreó todo el proceso, inclusive proactivamente participaron expertos internacionales”, enfatizó.
Levin introdujo un concepto innovador, en su disertación: la compensación, ejemplificando que “si un desarrollista es beneficiado con un mayor FOT por un cambio de norma, deberá compensar al municipio y subsidiar otras áreas de la ciudad que se buscan preservar”.
Respecto del Plan Urbano general de Rosario, insistió que: tuvimos que revisar el cuerpo normativo completo, temas legales, técnicos, y físicos, pero en simultáneo diseñamos un Plan Estratégico (pactos sociales, multisectoriales, aspectos físico-ambientales, etcétera.), y Normas Urbanísticas Específicas (uso del suelo, tejido urbano, convenios con urbanizadores, y planes de detalle).
Insistió Levin en que “no podíamos esperar tener el Plan Urbano terminado para actuar por lo que realizamos 12 Planes de Detalle, 29 proyectos APH (Área de Protección Histórica), 5 Planes especiales, y 9 Convenios Edilicios, que van a formar parte del plan general”.
También la Secretaría de Planeamiento desarrolló Planes Sectoriales que integran varios temas como: Plan de Movilidad y Accesibilidad, Plan de Desarrollo de Suelo Industrial, Plan de Suelo para la Vivienda, etc. Además se revisó el Reglamento de Edificación, en temas relacionados a seguridad, control ambiental, resguardo a fenómenos climáticos, etcétera.
Finalmente con una gran dinámica en su extensa alocución, Levin sintetizó las ventajas que le otorgó el Plan Urbano a Rosario: “generó riqueza para la Ciudad; contó con normas particulares y abordaje de los problemas en diferentes escalas: hizo más énfasis en la gestión, en que el urbanismo fue la “vedette”; captó los beneficios de las zonas fuertes de desarrollo, para que subsidien a las zonas débiles con menos recursos; incorporó al inversor privado en el proceso de concertación y recreó la confianza rompiendo los prejuicios que tenía de larga data con el sector privado”.
Rosario es un ejemplo para imitar aunque en las propias palabras de la funcionaria “desgraciadamente en muchas ciudades se coleccionan planes en las bibliotecas”.