La muy buena nadadora Georgina Bardach sabe que concluyeron cuatro años muy duros de su carrera.

Desde aquella medalla de bronce en la primera jornada de Atenas 2004 hasta hoy, hubo un abismo en su rendimiento, afectado por cuestiones personales.

La cordobesa, de 24 años, perdió las ganas de competir luego de aquella conquista histórica y llegó a los Juegos Olímpicos de Pekín lejos de su máximo esplendor.

Por eso, no extraña la marca de 5m00s87 con la que concluyó la clasificación en los 400 metros combinados, su prueba favorita.

"No pude manejar la presión. Me quería ir de la pileta. Ni boludeando en los entrenamientos hago ese tiempo", le dijo Bardach a lanacion.com tras competir.

De las 37 nadadoras que participaron en las eliminatorias de los 400 metros combinados, sólo la tailandesa Nimitta Thaveesupsoonthorn marcó un tiempo peor que el de Georgina, quien terminó a 26 segundos del mejor crono de la jornada.

Bardach terminó última en su serie, con un tiempo muy diferente a aquellos 4m37s51, que marcó en Grecia, hace cuatro años. Sin chances de estar en la final, que se correrá esta noche en la Argentina, la cordobesa ahora se focaliza en las pruebas que le quedan en estos Juegos: los 200 metros combinados y los 200 metros mariposa.

Bardach había admitido que arribaba a China casi sin ilusiones y en desventaja con respecto a las demás rivales. Quizá su cabeza ya empieza a pensar en Londres 2012, donde Georgi sueña con poder competir junto a su hermana más pequeña.