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Más de 2.000 pymes en la mira de Medio Ambiente
18 de octubre de 2006
Que las aguas del Riachuelo bajan turbias no es novedad. Lo nuevo, en todo caso, es que las banderas ecológicas que se agitan desde el Gobierno empiezan a movilizar a los empresarios de la cuenca que alguna vez prometió sanear María Julia Alsogaray.
Y como ocurre a menudo en estos casos, la polémica es materia abundante: las buenas intenciones se cruzan con intereses políticos y económicos, de distritos o personas, que de a poco van enrareciendo el clima entre las partes.
Lo cierto es que desde la propia Secretaría de Medio Ambiente, que impulsa la limpieza profunda de la zona y la promoción de industrias limpias y relocalización de empresas peligrosas, se admite que la información que se dispone de la cuenca es escasa y tiene sus años.
Según Florencia Roitstein, Sub-Secretaria de Promoción de Desarrollo Sustentable de la Nación, los últimos datos son de 1995 y hablan de la existencia en la cuenca Matanza- Riachuelo de unas 3000 empresas, el 80% de las cuales serían Pymes. De aquel total, menos del 5% de las empresas presentarían procesos de depuración, con lo cual cumplen medianamente con la legislación medio ambiental vigente. Y si de sectores se trata, los frigoríficos y curtiembres son algo más de 200, todos ellos, al decir de la funcionaria, altamente contaminantes.
Frente a este panorama la autoridad de aplicación ha dispuesto una serie de medidas como la intimación a un grupo de 10 empresas (siete de ellas Pymes) del polo petroquímico de Dock Sur a relocalizarse en un plazo no mayor a un año. Una segunda línea de trabajo consiste en la la creación de una dirección de Control y Fiscalización, que va a tener poder de policía ambiental y por último la implementación de una política de difusión que promueva el castigo del mercado a las empresas que comprometan el medio ambiente.
Política y lobby
Del otro lado, mientras ONG’s y organizaciones sociales quieren ‘ver para creer’la comunidad empresaria se mueve entre la aceptación manifiesta y el rechazo solapado. Pero a diferencia de los ambientalistas de Gualeguaychú, donde todos devinieron especialistas de la noche a la mañana, aquí todos aclaran de antemano que hablan simplemente como empresarios.
Entre las cámaras de los sectores involucrados se advierte que la provincia cada vez tiene menos peso en las decisiones ambientales, y algunos arriesgan que el gobierno provincial “le está tirando el fardo al Comité de la Cuenca, que presidirá Romina Picollotti”, la secretaria de Medio Ambiente de la Nación.
Juan López, presidente de la Delegación Avellaneda de APYME, asegura que no lo sorprenden los rumores que habla de que el gobernador Sola habría “dado instrucciones de no contradecir las decisiones de la Casa Rosada y hacer causa común con Picollotti”, en función de su proyecto de reelección. Pero se indigna de que le sigan apuntando “a las Pymes como las grandes contaminadoras y no se hable de las grandes empresas, como la planta de coke de Shell que es un peligro mayúsculo”.
Un poco más allá fue el asesor en materia ambiental de una importante entidad empresaria, que habló a condición de no ser mencionado: “hay un avance de la Casa Rosada sobre la Ley provincial 11459, que certifica la aptitud ambiental de las empresas, para poder meter mano en la distribución del crédito que habría comprometido el BID para la reconversión empresaria en la cuenca”.
Como si estuviera mirando una bola de cristal, la misma fuente afirmó que si “la ofensiva va en serio, algunos empresarios podrían decirle al Gobierno, háganse cargo Uds. de la empresa. Y ya sabemos como sigue la historia: piquetes; cooperativas, etc”.
El comentario se parece mucho a una presión para lograr que el Estado “facilite” la reconversión y/o relocalización de empresas.
Mónica Capellini, secretaria de Medio Ambiente de la Municipalidad de Avellaneda, dice que confía en poder acompañar las acciones empresarias en ese sentido, pero aclara que “el otorgamiento de créditos no depende de este municipio”.
La funcionaria delimita responsabilidades en materia de contaminación: “Al margen del Polo Petroquímico que entró en emergencia ecológica y que sí está en nuestro Partido, la cuenca muestra grandes niveles de contaminación de desechos ambientales que provienen de aguas arriba”, dice, en obvia alusión a los distritos vecinos.
Tres sectores son mencionados por las autoridades como responsables de la gran contaminación en la cuenca: la industria frigorífica; las curtiembres y la galvanoplastía. Pero a ningún empresario de la zona se le escapa que también hay aportes contaminantes de imprentas, fábricas de baterías y de detergentes y estaciones de servicio. Y podría a llegar a ser relevante la contaminación de origen cloacal.
Cambio de actitud.
La Sub Secretaria Florencia Roitstein apuesta a un cambio de actitud de las empresas. “El cuidado del medio ambiente es una inversión que tiene retorno positivo. ¿Por qué? Porque la gente tiene poder de elección y nosotros vamos hacer todo lo posible para que los consumidores cuenten con información sobre la responsabilidad ambiental de las empresas”.
Roitstein agrega que si las Pymes “quieren ganar en competitividad y exportar deben introducir procesos de producción limpia y hoy con las prácticas que tienen difícilmente puedan ingresar en el mercado global”.
Desde la vereda empresaria se responde con la lógica de los recursos limitados: “Creo que si la Pyme tiene que elegir entre una inversión en capital de trabajo que le va a mejorar la productividad, o certificar ISO 14000, sobre el cuidado del medio ambiente, difícilmente lo piense dos veces”, dice la fuente que habló off de record.
Por su parte Roberto Tortosa, titular de la curtiembre homónima y ex presidente de la asociación de curtidores de la provincia de Bs.As., asegura que en esta actividad están comprometidos con la política de industrias limpias al punto que propusieron, a las autoridades ambientales de la Nación, reflotar una planta modelo de 40 Ha en Lanús.
“La planta, que está a medio terminar y es similar a las de Santa Crocce y Arsignano en Italia, que son ampliamente reconocidas, podría alojar a unas sesenta de las cien curtiembres que hay en el Partido. Su función es la recuperación y tratamiento del agua y el cromo utilizados en la industria. Ya nos pidieron un cronograma de trabajo para estudiar los tiempos y las posibilidades de financiar el resto de la obra”.
Pero en la Secretaría son cautos al hablar de asistencia financiera. “Lo que puedo decir es que estamos trabajando en una línea de créditos blandos con la SSEPYME; que además ya está acordada una línea del BID y que habrá un concurso sobre desarrollo de sistemas de innovación medioambientales en Pymes, que tendrá el apoyo del FONTAR”, dice la subsecretaria, Florencia Roitstein.
A todo esto, Tortosa advierte sobre los posibles efectos de una deficiente asistencia pública a las empresas.“Hay empresas que tienen buenas espaldas financieras para encarar obras de saneamiento por su cuenta y otras que no tienen ninguna posibilidad de hacerlo si no es con financiamiento blando. Si esto no se tiene en cuenta, se corre el riesgo de que las grandes se coman a las chicas”.
Y como ocurre a menudo en estos casos, la polémica es materia abundante: las buenas intenciones se cruzan con intereses políticos y económicos, de distritos o personas, que de a poco van enrareciendo el clima entre las partes.
Lo cierto es que desde la propia Secretaría de Medio Ambiente, que impulsa la limpieza profunda de la zona y la promoción de industrias limpias y relocalización de empresas peligrosas, se admite que la información que se dispone de la cuenca es escasa y tiene sus años.
Según Florencia Roitstein, Sub-Secretaria de Promoción de Desarrollo Sustentable de la Nación, los últimos datos son de 1995 y hablan de la existencia en la cuenca Matanza- Riachuelo de unas 3000 empresas, el 80% de las cuales serían Pymes. De aquel total, menos del 5% de las empresas presentarían procesos de depuración, con lo cual cumplen medianamente con la legislación medio ambiental vigente. Y si de sectores se trata, los frigoríficos y curtiembres son algo más de 200, todos ellos, al decir de la funcionaria, altamente contaminantes.
Frente a este panorama la autoridad de aplicación ha dispuesto una serie de medidas como la intimación a un grupo de 10 empresas (siete de ellas Pymes) del polo petroquímico de Dock Sur a relocalizarse en un plazo no mayor a un año. Una segunda línea de trabajo consiste en la la creación de una dirección de Control y Fiscalización, que va a tener poder de policía ambiental y por último la implementación de una política de difusión que promueva el castigo del mercado a las empresas que comprometan el medio ambiente.
Política y lobby
Del otro lado, mientras ONG’s y organizaciones sociales quieren ‘ver para creer’la comunidad empresaria se mueve entre la aceptación manifiesta y el rechazo solapado. Pero a diferencia de los ambientalistas de Gualeguaychú, donde todos devinieron especialistas de la noche a la mañana, aquí todos aclaran de antemano que hablan simplemente como empresarios.
Entre las cámaras de los sectores involucrados se advierte que la provincia cada vez tiene menos peso en las decisiones ambientales, y algunos arriesgan que el gobierno provincial “le está tirando el fardo al Comité de la Cuenca, que presidirá Romina Picollotti”, la secretaria de Medio Ambiente de la Nación.
Juan López, presidente de la Delegación Avellaneda de APYME, asegura que no lo sorprenden los rumores que habla de que el gobernador Sola habría “dado instrucciones de no contradecir las decisiones de la Casa Rosada y hacer causa común con Picollotti”, en función de su proyecto de reelección. Pero se indigna de que le sigan apuntando “a las Pymes como las grandes contaminadoras y no se hable de las grandes empresas, como la planta de coke de Shell que es un peligro mayúsculo”.
Un poco más allá fue el asesor en materia ambiental de una importante entidad empresaria, que habló a condición de no ser mencionado: “hay un avance de la Casa Rosada sobre la Ley provincial 11459, que certifica la aptitud ambiental de las empresas, para poder meter mano en la distribución del crédito que habría comprometido el BID para la reconversión empresaria en la cuenca”.
Como si estuviera mirando una bola de cristal, la misma fuente afirmó que si “la ofensiva va en serio, algunos empresarios podrían decirle al Gobierno, háganse cargo Uds. de la empresa. Y ya sabemos como sigue la historia: piquetes; cooperativas, etc”.
El comentario se parece mucho a una presión para lograr que el Estado “facilite” la reconversión y/o relocalización de empresas.
Mónica Capellini, secretaria de Medio Ambiente de la Municipalidad de Avellaneda, dice que confía en poder acompañar las acciones empresarias en ese sentido, pero aclara que “el otorgamiento de créditos no depende de este municipio”.
La funcionaria delimita responsabilidades en materia de contaminación: “Al margen del Polo Petroquímico que entró en emergencia ecológica y que sí está en nuestro Partido, la cuenca muestra grandes niveles de contaminación de desechos ambientales que provienen de aguas arriba”, dice, en obvia alusión a los distritos vecinos.
Tres sectores son mencionados por las autoridades como responsables de la gran contaminación en la cuenca: la industria frigorífica; las curtiembres y la galvanoplastía. Pero a ningún empresario de la zona se le escapa que también hay aportes contaminantes de imprentas, fábricas de baterías y de detergentes y estaciones de servicio. Y podría a llegar a ser relevante la contaminación de origen cloacal.
Cambio de actitud.
La Sub Secretaria Florencia Roitstein apuesta a un cambio de actitud de las empresas. “El cuidado del medio ambiente es una inversión que tiene retorno positivo. ¿Por qué? Porque la gente tiene poder de elección y nosotros vamos hacer todo lo posible para que los consumidores cuenten con información sobre la responsabilidad ambiental de las empresas”.
Roitstein agrega que si las Pymes “quieren ganar en competitividad y exportar deben introducir procesos de producción limpia y hoy con las prácticas que tienen difícilmente puedan ingresar en el mercado global”.
Desde la vereda empresaria se responde con la lógica de los recursos limitados: “Creo que si la Pyme tiene que elegir entre una inversión en capital de trabajo que le va a mejorar la productividad, o certificar ISO 14000, sobre el cuidado del medio ambiente, difícilmente lo piense dos veces”, dice la fuente que habló off de record.
Por su parte Roberto Tortosa, titular de la curtiembre homónima y ex presidente de la asociación de curtidores de la provincia de Bs.As., asegura que en esta actividad están comprometidos con la política de industrias limpias al punto que propusieron, a las autoridades ambientales de la Nación, reflotar una planta modelo de 40 Ha en Lanús.
“La planta, que está a medio terminar y es similar a las de Santa Crocce y Arsignano en Italia, que son ampliamente reconocidas, podría alojar a unas sesenta de las cien curtiembres que hay en el Partido. Su función es la recuperación y tratamiento del agua y el cromo utilizados en la industria. Ya nos pidieron un cronograma de trabajo para estudiar los tiempos y las posibilidades de financiar el resto de la obra”.
Pero en la Secretaría son cautos al hablar de asistencia financiera. “Lo que puedo decir es que estamos trabajando en una línea de créditos blandos con la SSEPYME; que además ya está acordada una línea del BID y que habrá un concurso sobre desarrollo de sistemas de innovación medioambientales en Pymes, que tendrá el apoyo del FONTAR”, dice la subsecretaria, Florencia Roitstein.
A todo esto, Tortosa advierte sobre los posibles efectos de una deficiente asistencia pública a las empresas.“Hay empresas que tienen buenas espaldas financieras para encarar obras de saneamiento por su cuenta y otras que no tienen ninguna posibilidad de hacerlo si no es con financiamiento blando. Si esto no se tiene en cuenta, se corre el riesgo de que las grandes se coman a las chicas”.