Asteriscos.Tv - http://www.asteriscos.tv/
Permalink: http://www.asteriscos.tv/pymes-212.html
Venezuela en el Mercosur, oportunidad para Pymes
21 de julio de 2006
Es la tercera economía de Sudamérica, tiene 26 millones de habitantes y el mayor PBI per cápita de la región. Con esta carta de presentación, Venezuela ingresa al MERCOSUR y se convierte en una interesante oportunidad para muchos sectores de la producción argentina, dado el carácter complementario de ambas economías.
Bastará con decir que la nación caribeña importa el 75% de sus alimentos y la mayor parte de sus bienes de capital, para darse cuenta del potencial de negocios que supone dicha incorporación.
“El nuevo socio significará la consolidación del Mercosur con un alto perfil regional, al cual las Pymes destinan el 51% de sus envíos totales. Y en el mediano y largo plazo una incorporación exitosa podría servir de ejemplo para el ingreso de nuevos miembros plenos y la posibilidad de renovar vínculos comerciales con los países de América Central y el Caribe, mercados idóneos para el ingreso de Pymes de nuestro país”, afirma Marcelo Elizondo, Director de Fundación Export-Ar.
Por su parte, José Luis Basso, titular de la Comisión Pyme de la Unión Industrial Argentina (UIA), rescata el superávit comercial de Venezuela y su necesidad de desarrollarse en áreas en las que Argentina podría hacer un aporte significativo.
”Con el importante excedente de divisas que posee, Venezuela podría desarrollar sectores como el de la construcción e instalación de plantas, empresas e industrias. De ese modo estarán creando valor y combatiendo la desocupación”, afirma el conocido fabricante de válvulas para automotores de la ciudad de Rafaela. El empresario, que recuerda haber exportado a Venezuela antes que a los EEUU y a Europa, le asigna también buenas posibilidades de negocios a la industria autopartista local.
En otras cámaras empresarias afirman que Venezuela se convertirá en un buen socio comercial y en algunos casos hasta se entusiasman con la perspectiva de moderar la ‘Brasil dependencia’ argentina, aunque bien es cierto que partiendo de una modesta base de intercambio.
También cobra fuerza la idea de conformar sociedades entre Pymes de ambos países, donde las argentinas aportarían know how y capacitación de recursos humanos y las venezolanas el acceso a créditos blandos.
Sin dudas que la industria manufacturera se perfila como la de mayores chances de incursionar en el mercado venezolano, lo cual no haría otra cosa que consolidar el perfil de las exportaciones a ese país de los últimos años.
Durante el 2005 la Argentina le vendió a Venezuela por 459 millones de dólares, de los cuales 277 millones fueron Manufacturas de Origen Industrial, 173 millones, Manufacturas de Origen Agropecuario y solo 8,5 millones de Producto Primarios.
Material de transporte, Lácteos, Productos químicos, Máquinas y aparatos; y Papel y cartón son los principales rubros exportados por la Argentina a Venezuela durante el año pasado.
Mientras que las compras argentinas, que apenas sumaron 24,1 millones de dólares, fueron encabezadas por Productos químicos, Metales comunes y Combustibles y energía.
Posibles ganadores
“El ingreso de Venezuela al MERCOSUR traerá aparejado un fuerte crecimiento del intercambio bilateral, no solo por la desgravación arancelaria, sino también por las simplificaciones que tendrán lugar en materia de certificaciones y registros, como los que rigen por ejemplo, para los embarques de vino”, afirma Jorge Rastrelli, director Ejecutivo de la Cámara Comercio Argentino Venezolana.
En esta entidad estiman que las exportaciones argentinas al nuevo socio de la Unión Aduanera crecerán alrededor de un 30%, para redondear unos 600 millones de dólares al finalizar el año.
La industria de la maquinaria agrícola aparece como uno de los posibles ganadores.
“Vimos que Venezuela importaba 200 millones de dólares de maquinaria agrícola, el 60% desde Brasil y muy poco desde la Argentina. Entonces convocamos a un grupo de fabricantes locales, clientes directos e indirectos del grupo, a participar de la Feria de Maquinaria Agrícola de Barinas, en septiembre del año pasado y el resultado no pudo ser mejor: un compromiso de compra de tractores, pulverizadoras y cosechadoras, por 100 millones de dólares por año”, relata Hernán Pelfini, gerente de Desarrollo Pymes de Organización Techint.
Otras máquinas y herramientas, como tornos y calderas, también hacen punta en ventas a Caracas, y en menor medida figuran aparatos e implementos médicos y radioisótopos para terapias contra el cáncer. Mientras que se abren muy buenas perspectivas para el Software y la Biotecnología, disciplina en la que se firmaron acuerdos de cooperación entre ambos países. También son crecientes las expectativas en sectores como calzado y textiles.
“Con casi 6000 dólares de ingreso per cápita los venezolanos pueden aspirar a usar calzados de calidad, de muy buen cuero y con muy buen diseño”, dice una fuente de la industria que exporta a varios países del continente y se propone sumar a Venezuela a la lista.
Jorge Rastrelli dice que Venezuela importa el calzado que consume desde Brasil y China y en menor medida de Europa. Las compras a la Argentina en este rubro durante el año pasado ascendieron a 130 mil pesos, menos del 1% de las importaciones procedentes de la Argentina.
Para Pedro Reyna, presidente de Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) la incorporación de Venezuela abre la posibilidad de realizar joint ventures con empresas del sector de ese país y avanzar en un intercambio de información y conocimientos, que incluye la perspectiva de exportar.
“Aunque es productor de muebles y su mercado no ha sido explorado por las firmas locales, creo que con el actual tipo de cambio y los aranceles preferenciales se abren buenas posibilidades para la industria nacional, que es reconocida por su diseño europeo. La gama de productos es muy amplia, pero las mayores posibilidades le asisten a partes y piezas para carpintería de la construcción, y muebles de oficina y hogar”.
Tampoco es un dato menor que Venezuela con preferencias arancelarias podría ser un buen proveedor de muchos productos que las Pymes locales necesitan para producir. Según Jorge Rastrelli la oferta en este sentido incluye desde acero, urea, metanol y lubricantes hasta frutos tropicales, café y cacao.
La cuestión arancelaria
Más allá de las oportunidades que ‘promete’ la incorporación del quinto socio en la Unión Aduanera, nadie duda que se inicia un proceso complejo de adhesión de Venezuela a los tratados de Asunción y de Ouro Preto, y a las normas existentes, a fin de avanzar hacia la desgravación arancelaria y el arancel externo común.
“En materia arancelaria el Protocolo de adhesión que firmaron los cinco países establece el compromiso de Argentina y Brasil a abrir sus barreras aduaneras con Venezuela, con la aplicación del arancel cero a partir de 2010, mientras que Venezuela, por su parte, deberá hacerlo con las cuatro naciones en el 2012, con excepción de los productos sensibles cuyo plazo se extenderá hasta el 2014”, dice Marcelo Elizondo
En este marco, el director de Fundación Export- Ar afirma que la incorporación de Venezuela debe ser vista como “una oportunidad para la consolidación del comercio intraregional, la generación de políticas comunes de inversión y la constitución de economías de escala en base a cadenas productivas regionalizadas que repotencien el deseado rol estratégico del Mercosur en la economía global”.
Bastará con decir que la nación caribeña importa el 75% de sus alimentos y la mayor parte de sus bienes de capital, para darse cuenta del potencial de negocios que supone dicha incorporación.
“El nuevo socio significará la consolidación del Mercosur con un alto perfil regional, al cual las Pymes destinan el 51% de sus envíos totales. Y en el mediano y largo plazo una incorporación exitosa podría servir de ejemplo para el ingreso de nuevos miembros plenos y la posibilidad de renovar vínculos comerciales con los países de América Central y el Caribe, mercados idóneos para el ingreso de Pymes de nuestro país”, afirma Marcelo Elizondo, Director de Fundación Export-Ar.
Por su parte, José Luis Basso, titular de la Comisión Pyme de la Unión Industrial Argentina (UIA), rescata el superávit comercial de Venezuela y su necesidad de desarrollarse en áreas en las que Argentina podría hacer un aporte significativo.
”Con el importante excedente de divisas que posee, Venezuela podría desarrollar sectores como el de la construcción e instalación de plantas, empresas e industrias. De ese modo estarán creando valor y combatiendo la desocupación”, afirma el conocido fabricante de válvulas para automotores de la ciudad de Rafaela. El empresario, que recuerda haber exportado a Venezuela antes que a los EEUU y a Europa, le asigna también buenas posibilidades de negocios a la industria autopartista local.
En otras cámaras empresarias afirman que Venezuela se convertirá en un buen socio comercial y en algunos casos hasta se entusiasman con la perspectiva de moderar la ‘Brasil dependencia’ argentina, aunque bien es cierto que partiendo de una modesta base de intercambio.
También cobra fuerza la idea de conformar sociedades entre Pymes de ambos países, donde las argentinas aportarían know how y capacitación de recursos humanos y las venezolanas el acceso a créditos blandos.
Sin dudas que la industria manufacturera se perfila como la de mayores chances de incursionar en el mercado venezolano, lo cual no haría otra cosa que consolidar el perfil de las exportaciones a ese país de los últimos años.
Durante el 2005 la Argentina le vendió a Venezuela por 459 millones de dólares, de los cuales 277 millones fueron Manufacturas de Origen Industrial, 173 millones, Manufacturas de Origen Agropecuario y solo 8,5 millones de Producto Primarios.
Material de transporte, Lácteos, Productos químicos, Máquinas y aparatos; y Papel y cartón son los principales rubros exportados por la Argentina a Venezuela durante el año pasado.
Mientras que las compras argentinas, que apenas sumaron 24,1 millones de dólares, fueron encabezadas por Productos químicos, Metales comunes y Combustibles y energía.
Posibles ganadores
“El ingreso de Venezuela al MERCOSUR traerá aparejado un fuerte crecimiento del intercambio bilateral, no solo por la desgravación arancelaria, sino también por las simplificaciones que tendrán lugar en materia de certificaciones y registros, como los que rigen por ejemplo, para los embarques de vino”, afirma Jorge Rastrelli, director Ejecutivo de la Cámara Comercio Argentino Venezolana.
En esta entidad estiman que las exportaciones argentinas al nuevo socio de la Unión Aduanera crecerán alrededor de un 30%, para redondear unos 600 millones de dólares al finalizar el año.
La industria de la maquinaria agrícola aparece como uno de los posibles ganadores.
“Vimos que Venezuela importaba 200 millones de dólares de maquinaria agrícola, el 60% desde Brasil y muy poco desde la Argentina. Entonces convocamos a un grupo de fabricantes locales, clientes directos e indirectos del grupo, a participar de la Feria de Maquinaria Agrícola de Barinas, en septiembre del año pasado y el resultado no pudo ser mejor: un compromiso de compra de tractores, pulverizadoras y cosechadoras, por 100 millones de dólares por año”, relata Hernán Pelfini, gerente de Desarrollo Pymes de Organización Techint.
Otras máquinas y herramientas, como tornos y calderas, también hacen punta en ventas a Caracas, y en menor medida figuran aparatos e implementos médicos y radioisótopos para terapias contra el cáncer. Mientras que se abren muy buenas perspectivas para el Software y la Biotecnología, disciplina en la que se firmaron acuerdos de cooperación entre ambos países. También son crecientes las expectativas en sectores como calzado y textiles.
“Con casi 6000 dólares de ingreso per cápita los venezolanos pueden aspirar a usar calzados de calidad, de muy buen cuero y con muy buen diseño”, dice una fuente de la industria que exporta a varios países del continente y se propone sumar a Venezuela a la lista.
Jorge Rastrelli dice que Venezuela importa el calzado que consume desde Brasil y China y en menor medida de Europa. Las compras a la Argentina en este rubro durante el año pasado ascendieron a 130 mil pesos, menos del 1% de las importaciones procedentes de la Argentina.
Para Pedro Reyna, presidente de Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) la incorporación de Venezuela abre la posibilidad de realizar joint ventures con empresas del sector de ese país y avanzar en un intercambio de información y conocimientos, que incluye la perspectiva de exportar.
“Aunque es productor de muebles y su mercado no ha sido explorado por las firmas locales, creo que con el actual tipo de cambio y los aranceles preferenciales se abren buenas posibilidades para la industria nacional, que es reconocida por su diseño europeo. La gama de productos es muy amplia, pero las mayores posibilidades le asisten a partes y piezas para carpintería de la construcción, y muebles de oficina y hogar”.
Tampoco es un dato menor que Venezuela con preferencias arancelarias podría ser un buen proveedor de muchos productos que las Pymes locales necesitan para producir. Según Jorge Rastrelli la oferta en este sentido incluye desde acero, urea, metanol y lubricantes hasta frutos tropicales, café y cacao.
La cuestión arancelaria
Más allá de las oportunidades que ‘promete’ la incorporación del quinto socio en la Unión Aduanera, nadie duda que se inicia un proceso complejo de adhesión de Venezuela a los tratados de Asunción y de Ouro Preto, y a las normas existentes, a fin de avanzar hacia la desgravación arancelaria y el arancel externo común.
“En materia arancelaria el Protocolo de adhesión que firmaron los cinco países establece el compromiso de Argentina y Brasil a abrir sus barreras aduaneras con Venezuela, con la aplicación del arancel cero a partir de 2010, mientras que Venezuela, por su parte, deberá hacerlo con las cuatro naciones en el 2012, con excepción de los productos sensibles cuyo plazo se extenderá hasta el 2014”, dice Marcelo Elizondo
En este marco, el director de Fundación Export- Ar afirma que la incorporación de Venezuela debe ser vista como “una oportunidad para la consolidación del comercio intraregional, la generación de políticas comunes de inversión y la constitución de economías de escala en base a cadenas productivas regionalizadas que repotencien el deseado rol estratégico del Mercosur en la economía global”.