Asteriscos.Tv - http://www.asteriscos.tv/
Permalink: http://www.asteriscos.tv/salud-1969.html
Se consume más del doble de sal que lo aconsejado
22 de octubre de 2009
Aunque la Organización Mundial de la Salud (OPS) establece que una persona debe consumir cinco gramos diarios de sal, los argentinos ingerimos un promedio de 13 gramos por día, es decir, más que el doble de lo aconsejado.
Sólo por comer pan, la población autóctona ingiere 3,4 gramos por día, en promedio. Como el alto nivel de sodio en la alimentación está muy relacionado con enfermedades cardiovasculares y cerebrales, el Ministerio de Salud de la Nación decidió iniciar una intervención junto con los panaderos de La Pampa y el INTI para disminuir a la mitad la cantidad de sal en el pan que consumen los 300.000 pampeanos, y evaluar luego sus niveles de hipertensión arterial, infartos y accidentes cardiovasculares.
Se sabe que, “por cada gramo de sal que se podría reducir en el consumo de la población, se podrían evitar 20.000 infartos y accidentes cerebrovasculares por año en nuestro país”, explica el ministro Manzur y añade que “de esta manera, se evitarían asimismo 2.000 muertes al año”. Para el funcionario “es un deber del estado impulsar políticas tendientes a concientizar a la sociedad respecto a que con una alimentación equilibrada ganamos colectivamente miles de años de vida, por lo que nuestro Programa Argentina Saludable profundizara su presencia activa en todo el país”, sostiene Manzur.
A partir del convenio del Ministerio de Salud de la Nación y las 300 panaderías de La Pampa, el pan que se fabrica en esa provincia contendrá 1,5 gramos de sal por cada 100 gramos, en lugar de los 2 a 3 gramos que usualmente contiene.
Varios análisis indican que ni el sabor ni la apariencia del pan se modifican al disminuirle la sal a este nivel. Por otra parte, a las cuatro semanas de disminuir la cantidad de sal en las comidas, los receptores de la lengua se acostumbran y se percibe el mismo sabor que antes.
“Iremos monitoreando parámetros de salud y enfermedad de la población pampeana a lo largo de cinco años, e implementaremos medidas semejantes en el resto del país”, anticipa Sebastián Laspiur, director de Promoción y Protección de la Salud del Ministerio de Salud de la Nación.
La sal que se le agrega a las comidas sólo constituye el 30 al 40% de la que consume una persona cada día. Entre el 60 y el 70% proviene de los alimentos elaborados por la industria. En especial, en nuestra alimentación aportan mucha sal los fiambres, embutidos y enlatados, los snaks y galletitas, las pastas frescas, pizzas y empanadas.
“Es posible disminuir la sal que se ingiere cada día, cuidando los alimentos que comemos y eliminando el agregado de sal a las comidas”, sostiene el funcionario de la cartera sanitaria. “Cuanto menos sal, más vida”, dice Laspiur, al tiempo que agrega que “es una cuestión cultural a cambiar” el asociar a los que utilizan poca sal con los hipertensos. Por cada gramo de sal que se baja en la dieta, disminuye 1,4 mlHg la presión arterial, tanto en personas sanas como enfermas.
Para una alimentación más saludable es importante también evitar las grasas trans, que aumentan el colesterol y los triglicéridos, incrementando así el riesgo a enfermedades coronarias y cerebrales. Las grasas trans están presentes en facturas, masas de hojaldre, algunas margarinas y galletitas, cierto tipo de golosinas y barras de cereal. Las grasas trans también se originan en las frituras de los alimentos (aunque hay algunos aceites que no las generan, como el alto oleico y el omega).
Otro hábito a mejorar es el consumo de frutas y verduras, de las que los argentinos ingieren aproximadamente 200 gramos diarios, cuando lo aconsejable es el doble (400 gramos o cinco porciones diarias). “Al mejorar el tipo de alimentos que se consumen y caminar 30 minutos por día se ven los resultados saludables en poco tiempo”, concluye Laspiur.
Recomendaciones para una alimentación saludable:
- Bajar todo lo posible el consumo de sal. Cuanto menos sal se consume, más baja la presión arterial y menor riesgo hay de padecer enfermedades cardíacas y cerebrales.
- Consumir más frutas y verduras.
- Evitar grasas trans (presentes en facturas, muchas golosinas y margarinas, frituras) y grasas de origen animal (fiambres embutidos y manteca).
- Tomar mucha agua.
- Comer carnes magras dos o tres veces por semana.
- Consumir diariamente leche o yogur descremados.
CIFRAS:
- Cada argentino consume 13 gramos de sal por día.
- El 45% de la población argentina agrega sal a los alimentos en la mesa.
- En la Argentina se producen cada año 100.000 infartos y accidentes cerebrovasculares.
- Si la población disminuye un gramo del consumo diario de sal, se evitarían 20.000 enfermedades cardíacas y cerebrales, y morirían 2.000 argentinos menos por año.
- Por cada 1 gramo de sal que se baja en la dieta, disminuye 1,4 puntos la presión arterial.
- El 75% de los argentinos no consume frutas y verduras diariamente.
- La mitad de los argentinos tiene sobrepeso.
Sólo por comer pan, la población autóctona ingiere 3,4 gramos por día, en promedio. Como el alto nivel de sodio en la alimentación está muy relacionado con enfermedades cardiovasculares y cerebrales, el Ministerio de Salud de la Nación decidió iniciar una intervención junto con los panaderos de La Pampa y el INTI para disminuir a la mitad la cantidad de sal en el pan que consumen los 300.000 pampeanos, y evaluar luego sus niveles de hipertensión arterial, infartos y accidentes cardiovasculares.
Se sabe que, “por cada gramo de sal que se podría reducir en el consumo de la población, se podrían evitar 20.000 infartos y accidentes cerebrovasculares por año en nuestro país”, explica el ministro Manzur y añade que “de esta manera, se evitarían asimismo 2.000 muertes al año”. Para el funcionario “es un deber del estado impulsar políticas tendientes a concientizar a la sociedad respecto a que con una alimentación equilibrada ganamos colectivamente miles de años de vida, por lo que nuestro Programa Argentina Saludable profundizara su presencia activa en todo el país”, sostiene Manzur.
A partir del convenio del Ministerio de Salud de la Nación y las 300 panaderías de La Pampa, el pan que se fabrica en esa provincia contendrá 1,5 gramos de sal por cada 100 gramos, en lugar de los 2 a 3 gramos que usualmente contiene.
Varios análisis indican que ni el sabor ni la apariencia del pan se modifican al disminuirle la sal a este nivel. Por otra parte, a las cuatro semanas de disminuir la cantidad de sal en las comidas, los receptores de la lengua se acostumbran y se percibe el mismo sabor que antes.
“Iremos monitoreando parámetros de salud y enfermedad de la población pampeana a lo largo de cinco años, e implementaremos medidas semejantes en el resto del país”, anticipa Sebastián Laspiur, director de Promoción y Protección de la Salud del Ministerio de Salud de la Nación.
La sal que se le agrega a las comidas sólo constituye el 30 al 40% de la que consume una persona cada día. Entre el 60 y el 70% proviene de los alimentos elaborados por la industria. En especial, en nuestra alimentación aportan mucha sal los fiambres, embutidos y enlatados, los snaks y galletitas, las pastas frescas, pizzas y empanadas.
“Es posible disminuir la sal que se ingiere cada día, cuidando los alimentos que comemos y eliminando el agregado de sal a las comidas”, sostiene el funcionario de la cartera sanitaria. “Cuanto menos sal, más vida”, dice Laspiur, al tiempo que agrega que “es una cuestión cultural a cambiar” el asociar a los que utilizan poca sal con los hipertensos. Por cada gramo de sal que se baja en la dieta, disminuye 1,4 mlHg la presión arterial, tanto en personas sanas como enfermas.
Para una alimentación más saludable es importante también evitar las grasas trans, que aumentan el colesterol y los triglicéridos, incrementando así el riesgo a enfermedades coronarias y cerebrales. Las grasas trans están presentes en facturas, masas de hojaldre, algunas margarinas y galletitas, cierto tipo de golosinas y barras de cereal. Las grasas trans también se originan en las frituras de los alimentos (aunque hay algunos aceites que no las generan, como el alto oleico y el omega).
Otro hábito a mejorar es el consumo de frutas y verduras, de las que los argentinos ingieren aproximadamente 200 gramos diarios, cuando lo aconsejable es el doble (400 gramos o cinco porciones diarias). “Al mejorar el tipo de alimentos que se consumen y caminar 30 minutos por día se ven los resultados saludables en poco tiempo”, concluye Laspiur.
Recomendaciones para una alimentación saludable:
- Bajar todo lo posible el consumo de sal. Cuanto menos sal se consume, más baja la presión arterial y menor riesgo hay de padecer enfermedades cardíacas y cerebrales.
- Consumir más frutas y verduras.
- Evitar grasas trans (presentes en facturas, muchas golosinas y margarinas, frituras) y grasas de origen animal (fiambres embutidos y manteca).
- Tomar mucha agua.
- Comer carnes magras dos o tres veces por semana.
- Consumir diariamente leche o yogur descremados.
CIFRAS:
- Cada argentino consume 13 gramos de sal por día.
- El 45% de la población argentina agrega sal a los alimentos en la mesa.
- En la Argentina se producen cada año 100.000 infartos y accidentes cerebrovasculares.
- Si la población disminuye un gramo del consumo diario de sal, se evitarían 20.000 enfermedades cardíacas y cerebrales, y morirían 2.000 argentinos menos por año.
- Por cada 1 gramo de sal que se baja en la dieta, disminuye 1,4 puntos la presión arterial.
- El 75% de los argentinos no consume frutas y verduras diariamente.
- La mitad de los argentinos tiene sobrepeso.