Los productores de Carrie, la remake del clásico de terror de Brian De Palma, decidieron promocionar la película dando un par de sustos antes de su estreno y afuera de los cines.

En el inicio de una campaña viral por el estreno del filme, dirigido por Kimberly Peirce y protagonizado por Chloe Grace Moretz y Julianne Moore, MGM decidió probar los efectos de la telekinesis en la vida real.

Para eso, acondicionó un bar en Nueva York para, con actores, cables que no se ven y mesas y sillas que se mueven a control remoto, registrar las reacciones de la gente.

El video juega con la premisa de la película, basada en un anovela de Stephen King: una chica retraída, que sufre por una madre con fanatismo religioso y a la que sus compañeros hostigan permanentemente (sí, el bullying ya existía a principios de los 70 aunque no se llamara así) hace uso de su capacidad telequinética para tomarse venganza.

La nueva versión del filme se estrenará en la Argentina, en principio, el 31 de octubre.