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Tabaré Vázquez disertó sobre reforma de Salud
28 de julio de 2011
Con la organización de ASE y el auspicio de Fundación Medifé, disertó el doctor Tabaré Vázquez –ex presidente del Uruguay 2205/2010 – sobre la reforma del sistema de salud en su país.
El abordaje de este tema y su posterior debate resultó de interés para toda la comunidad médico-científica congregada, funcionarios del gobierno nacional y de la ciudad, así como diputados y senadores de la Nación y ex ministros de salud que asistieron al encuentro y que en sus expresiones públicas diagnosticaron la necesidad de una revisión general del sistema de salud argentino caracterizado por un alto grado de fragmentación, superposición e ineficiencia.
El doctor Tabaré Vázquez, médico oncólogo y propulsor de las leyes que enmarcaron la reforma (ley 18131/2007; 18161/2007; 18211/2007) durante su gobierno explicó que “la salud en su país es un componente de la soberanía nacional y un cometido del Estado según la constitución nacional. De aquí deriva el derecho a la salud de los ciudadanos y la responsabilidad del Estado”. Fue así como el Frente Amplio en su programa de gobierno se propuso “universalizar la salud, en niveles de calidad y accesibilidad homogénea para toda la población y con justicia distributiva en la carga económica que el gasto de salud representa como una pieza clave de la política de inclusión social”.
No sin un amplio y por momentos arduo debate que duró dos años, en 2008 entró en vigencia el Sistema Nacional Integrado de Salud, sistema mixto, cuyo núcleo central es estatal pero con efectores privados. En esta misma lógica “a cada cual por lo que tiene y a cada cual por lo que necesita” se creó el Fondo Nacional de Recursos que paga a las instituciones prestaciones complejas y de alto costo. Además, se crearon protocolos de diagnóstico y tratamiento para una mejor atención del paciente oncológico que son revisados anualmente por el Ministerio de Salud Pública y la Facultad de Medicina.
Esta reforma presupuso la creación de instrumentos que constituyeron el andamiaje jurídico e institucional a fin de que la salud se convirtiera en una política de Estado capaz de trascender gestiones. Así, con la coordinación del Ministerio de Salud Pública, el apoyo a los menos favorecidos por parte del Ministerio de Economía y Finanzas y el rol de recaudador y distribuidor encarnado por el Banco de Previsión Social, se llevó adelante esta reforma del sistema de salud que cuenta hoy, según demuestran las encuestas, con altos niveles de aprobación.
El ex presidente uruguayo señaló que esta “no fue una reforma aislada sino un eslabón más del proyecto estratégico de país” y recomendó a los asistentes “no comprar recetas foráneas que ni sus vendedores comprarían sino diseñar sistemas a medida de nuestras realidades”. No obstante destacó que el sistema de salud uruguayo es abierto, parecido al francés, solo que en el vecino país los afiliados deben permanecer un lapso mínimo de tres años en el centro asistencial o mutual elegido.
El doctor Tabaré Vázquez lamentó que a nivel regional, y en particular el Mercosur, no tenga a hoy siquiera un esquema único de vacunación. Expresó: “Falta muchísimo camino por recorrer en el proceso de integración sanitaria regional”.
Por último y con la humildad que lo caracteriza, el doctor Vázquez invitó a pensar a las naciones como “proyectos trascendentes que exigen visión de futuro. El futuro llega pero no hay que esperarlo resignadamente sino construirlo día a día. El proceso no es idílico, como tampoco lo fue la reforma del sistema de salud en su momento por la gran cantidad de intereses en juego. Pero un líder debe buscar generar consensos y allí donde éstos no sean posibles, administrar las divergencias, lo que no puede es ser neutral”.
El abordaje de este tema y su posterior debate resultó de interés para toda la comunidad médico-científica congregada, funcionarios del gobierno nacional y de la ciudad, así como diputados y senadores de la Nación y ex ministros de salud que asistieron al encuentro y que en sus expresiones públicas diagnosticaron la necesidad de una revisión general del sistema de salud argentino caracterizado por un alto grado de fragmentación, superposición e ineficiencia.
El doctor Tabaré Vázquez, médico oncólogo y propulsor de las leyes que enmarcaron la reforma (ley 18131/2007; 18161/2007; 18211/2007) durante su gobierno explicó que “la salud en su país es un componente de la soberanía nacional y un cometido del Estado según la constitución nacional. De aquí deriva el derecho a la salud de los ciudadanos y la responsabilidad del Estado”. Fue así como el Frente Amplio en su programa de gobierno se propuso “universalizar la salud, en niveles de calidad y accesibilidad homogénea para toda la población y con justicia distributiva en la carga económica que el gasto de salud representa como una pieza clave de la política de inclusión social”.
No sin un amplio y por momentos arduo debate que duró dos años, en 2008 entró en vigencia el Sistema Nacional Integrado de Salud, sistema mixto, cuyo núcleo central es estatal pero con efectores privados. En esta misma lógica “a cada cual por lo que tiene y a cada cual por lo que necesita” se creó el Fondo Nacional de Recursos que paga a las instituciones prestaciones complejas y de alto costo. Además, se crearon protocolos de diagnóstico y tratamiento para una mejor atención del paciente oncológico que son revisados anualmente por el Ministerio de Salud Pública y la Facultad de Medicina.
Esta reforma presupuso la creación de instrumentos que constituyeron el andamiaje jurídico e institucional a fin de que la salud se convirtiera en una política de Estado capaz de trascender gestiones. Así, con la coordinación del Ministerio de Salud Pública, el apoyo a los menos favorecidos por parte del Ministerio de Economía y Finanzas y el rol de recaudador y distribuidor encarnado por el Banco de Previsión Social, se llevó adelante esta reforma del sistema de salud que cuenta hoy, según demuestran las encuestas, con altos niveles de aprobación.
El ex presidente uruguayo señaló que esta “no fue una reforma aislada sino un eslabón más del proyecto estratégico de país” y recomendó a los asistentes “no comprar recetas foráneas que ni sus vendedores comprarían sino diseñar sistemas a medida de nuestras realidades”. No obstante destacó que el sistema de salud uruguayo es abierto, parecido al francés, solo que en el vecino país los afiliados deben permanecer un lapso mínimo de tres años en el centro asistencial o mutual elegido.
El doctor Tabaré Vázquez lamentó que a nivel regional, y en particular el Mercosur, no tenga a hoy siquiera un esquema único de vacunación. Expresó: “Falta muchísimo camino por recorrer en el proceso de integración sanitaria regional”.
Por último y con la humildad que lo caracteriza, el doctor Vázquez invitó a pensar a las naciones como “proyectos trascendentes que exigen visión de futuro. El futuro llega pero no hay que esperarlo resignadamente sino construirlo día a día. El proceso no es idílico, como tampoco lo fue la reforma del sistema de salud en su momento por la gran cantidad de intereses en juego. Pero un líder debe buscar generar consensos y allí donde éstos no sean posibles, administrar las divergencias, lo que no puede es ser neutral”.