El AS Roma, ganador de la Copa, se adjudicó la edición 2007 de la Supercopa de Italia de fútbol, su primer trofeo de la temporada, al ganar este domingo por 1-0 al Inter Milán, vigente campeón, gracias a un penalti de Daniele de Rossi en el estadio milanés de San Siro.

El equipo de la capital, que el año pasado se había inclinado ante el Inter en este mismo escenario, se vengó demostrando que está algo más en forma y a punto que su rival, una semana antes del esperado comienzo de la Serie A.

Además, confirmó que se ha convertido en toda una bestia negra para el Inter. A principios de año, los romanos fueron los únicos capaces de ganar en liga a los milaneses, con su victoria 3-1 en San Siro, antes de humillarlos en la final de la Copa de Italia (6-2, 1-2).

La suerte del partido se decidió en un penalti: después de que el argentino Nicolás Burdisso detuviera en seco a Francesco Totti en el área, Daniele de Rossi se encargó de ejecutar la sentencia poniendo el 1-0 a los 78 minutos de juego. Ante su público, los de Milán no lograron recobrarse del golpe.

Hasta entonces, el partido, algo tenso pero sin grandes problemas, había dado lugar a algunas ocasiones para cada equipo, la mayoría de las cuales corrieron por cuenta de los recién llegados.

En el Inter el delantero hondureño David Suazo demostró su genialidad aunque falló dos veces ante Doni. En el AS Roma, el centrocampista francés Ludovic Giuly exhibió ya una gran complicidad con Totti pero también envió dos disparos demasiado altos.

"Conseguir dos victorias seguidas aquí en Milán da confianza", destacó el capitán Totti. "Hemos demostrado que somos competitivos. Ahora tenemos que mantener los pies sobre la tierra y esperar que vuelvan los lesionados para estar aún mejor", añadió.

Hubo varias ocasiones fallidas más pero el AS Roma estaba lanzado y fue superior durante todo el partido, sobre todo en la primera mitad. "Mis jugadores se han merecido ganar la Supercopa. También han sabido sufrir", aseguró el técnico romano, Luciano Spalletti.