Posiblemente, Peter Boyle no sea uno de esos nombres que asociamos inmediatamente con un rostro. Sin embargo, este enorme actor fallecido a los 71 años fue uno de esos personajes del cine y la televisión de los Estados Unidos que hemos tenido innumerables veces frente a nuestros ojos sin saber cómo se llamaba.

En sus últimos años, Boyle aparecía al menos una vez por semana en las pantallas de su país natal y también de la Argentina personificando al cascarrabias e inolvidable padre de Ray Romano en "Everybody loves Raymond".

Sin embargo, si vamos más atrás y nos remontamos a su carrera cinematográfica, comprobaremos que nos dio más de un fotograma para disfrutar de su talento en la pantalla grande.

Por ejemplo: ¿quién podría olvidar al monstruo que Boyle interpretaba allá por 1974 en "El joven Frankestein" junto a Gene Wilder, Marty Feldman y un inexperto Gene Hackman? ¿O su participación en "Taxi Driver" apenas dos años más tarde?

Pero tampoco hay que irse tan atrás para encontrar su talento para el séptimo arte. Hace sólo dos años participaba de la segunda parte de "Scooby Doo", en 1998 fue integrante del elenco de "Doctor Doolittle" y ese mismo año fue científico en "Especies II".

Por sólo mencionar otros tres filmes donde Boyle demostró sus dotes actorales, basta nombrar "Malcolm X", de 1992, "La sombra", de 1994, y "FIST", de 1978. Ejemplos que revelan, por otra parte, su versatilidad para el drama y la comedia.