Con las retenciones móviles fuera de combate tras la impactante votación que desempató Julio Cobos en el Senado, los operadores consideran que la presidenta Cristina Kirchner deberá atender con rapidez los desafíos económicos pendientes, que son múltiples.

Estos cuatro meses de pelea con el campo le impidieron al Gobierno ocuparse de problemas de fondo del modelo económico, como la fatiga que empieza a mostrar el esquema actual, y la necesidad de aplicar una "sintonía fina" para dotarlo de mayor
sustentabilidad y darle pelea a la inflación.

En este período de conflictos, los exportadores agropecuarios dejaron de atender varios mercados clave para los commodities argentinos, como la demanda de derivados de soja desde China e India, lo cual fue aprovechado rápidamente por países como Brasil.

Pero incluso Uruguay, un país de mucho menor porte que la Argentina, logró avanzar varios casilleros con sus exportaciones de carne, gracias al retroceso de la Argentina producto del conflicto.

La mayoría de los especialistas consultados considera que el país todavía está a tiempo de recuperar posiciones perdidas y crecer hasta un 7,5 por ciento este año, un nivel muy positivo para seguir luchando contra la pobreza y el desempleo.

Se estima que más de 30 millones de toneladas de granos quedarán liberadas a la exportación una vez que el gobierne derogue las retenciones móviles.

Será un formidable ingreso de divisas que podría empujar aún más a la baja la cotización de un dólar que se ubica en los 3,05 pesos, y que también le permitirá al Banco Central recuperar reservas a gran velocidad, si se mantiene el superávit fiscal.

El tipo de cambio, clave para el modelo económico, es otra de las variables clave sobre la cual el gobierno deberá dar señales claras en las próximas semanas, porque en la industria hay preocupación por la fuerte baja que tuvo el dólar en las últimas
semanas.

El otro punto clave es cómo el gobierno logrará contener la inflación, que ya no puede ser disimulada por la cada vez más dudosa estadística del INDEC.

También se espera que el gobierno dé señales para incentivar el consumo, como la suba del mínimo no imponible de Ganancias que beneficaría a unos 800 mil trabajadores en relación de dependencia y será un espaldarazo para la clase media, y la convocatoria a la discusión del Consejo del Salario reclamada por los gremios.

En la Rosada está en carpeta, además, enviar al Congreso un proyecto de ley para establecer mecanismos de movilidad de las jubilaciones, que los deje a salvo de reclamos judiciales.

Pero lo que quedó claro tras la crucial votación en el Senado es que el país aún está a tiempo de aprovechar la oportunidad que representa un mundo ávido de consumir lo que la Argentina produce a destajo, y a elevados precios.

El mayor desafío de Cristina será entonces apelar a la filosofía oriental para transformar esta crisis provocada por el voto negativo de Cobos, en una oportunidad para liderar, en su carácter de Presidenta, un país que incentive a sus agentes
económicos a producir todo lo que es capaz.

Todo indica que sólo así el país tendrá la oportunidad de pasar de una vez por todas del crecimiento al desarrollo sostenido.