A pesar del escándalo protagonizado este año, Mel Gibson logró ubicarse nuevamente al frente de la taquilla norteamericana con la película "Apocalypto", una historia sobre los sacrificios humanos de los mayas y enteramente hablada en la lengua de esta ancestral cultura centroamericana.

La sangrienta epopeya "Apocalypto" (que llegará a la Argentina el 1 de febrero)recaudó 14,3 millones de dólares en su fin de semana de estreno y superó así a la comedia romántica de Nancy Meyers "El descanso: el amor no se toma vacaciones", que se estará proyectando en Buenos Aires desde el 11 de enero.

El film de Gibson lleva subtítulos, el gran terror de los productores que pretenden recuperar el dinero invertido en una película, porque el director hace hablar a sus personajes -la mayoría de origen indígena- en un dialecto maya. El rodaje se realizó durante ocho meses en la selva en México. No hay estrellas, porque el papel protagónico de un joven padre de familia que es perseguido por un clan rival es interpretado por un indio comanche de 25 años que nunca antes había actuado.

Aunque muchas críticas de los Estados Unidos aseguraron que esta película es una de las más impactantes del año y una de las mejor realizadas, también acordaron en que los conflictos públicos de Gibson impedirán que figure en la lista de nominaciones para los Oscar. Más allá de sus pedidos de disculpas y su intento de acercamiento hacia la comunidad judía, lo cierto es que el director parece más allá de cualquier tipo de redención como persona. A pesar de que como realizador su talento siga intacto.

"Diamante de sangre", otro film polémico estrenado en los Estados Unidos este fin de semana, no tuvo tanta suerte en la taquilla. El drama político protagonizado por Leonardo DiCaprio se proyectó en pocos cines y quedó relegado al quinto lugar de la taquilla.