Miles de personas despidieron hoy en Catania al policía muerto en los disturbios futbolísticos del viernes por la noche, en el encuentro entre Catania y Palermo mientras el gobierno italiano prepara duras medidas para frenar la ola de violencia en el "calcio".

Al funeral en la catedral de Catania asistieron el ministro del Interior, Giuliano Amato, el ministro de Asuntos Exteriores, Gianfranco Fini, y la ministra de Juventud y Deportes, Giovanna Melandri.

"Catania le dice 'no' a la violencia", rezaba una pancarta enarbolada por la multitud de "tifosi" que acudió al acto en honor del policía de 38 años, despedido con aplausos por los presentes.

La ceremonia fue emitida en vivo por la televisión estatal italiana. Mientras tanto continúa la búsqueda de los autores del crimen.

Según informó hoy la justicia italiana hubo hasta el momento 30 detenidos. También se revisaron las viviendas de 20 hinchas radicales, según informó DPA.

Los medios italianos señalan que el policía podría haber muerto por un golpe con una barra de hierro o puñetazos en el estómago. También se habla de una piedra. Una hemorragia interna determinó su fallecimiento.

Según publicó hoy "La Republica", apenas seis estadios del fútbol italiano cumplen con todos los requisitos de seguridad que impone la ley. Quince personas murieron por actos violentos en el fútbol italiano desde 1962