Will Smith ha sido nominado dos veces para el Oscar al mejor actor protagónico. La primera vez por "Alí" y la segunda por "En busca de la felicidad". La cosa no se la ha dado. En 2002, la estatuilla se la terminó llevando Denzel Washington por "Día de entrenamiento". Cinco años más tarde, el que subió a recibir el premio fue Forest Whitaker por "El último rey de Escocia".

Lo cierto es que Smith siempre se quedó sentado en su butaca, viendo cómo los Oscar se escurrían en otras manos. Pero pareciera que ahora va por la revancha. Su gran apuesta es "Flores para Algernon", cuya trama gira en torno a un retrasado mental que se somete a una cirugía experimental que termina aumentando su inteligencia.

La historia, escrita en una novela de la década del 50, será adaptada en la actualidad. De hecho, la de Will Smith sería la segunda oportunidad en que el libro es llevado a la pantalla grande. La primera fue en 1968, donde el papel protagónico corría por cuenta de Cliff Robertson (conocido por las nuevas generaciones como el tío Ben, en "Spiderman").

Con ese papel, Robertson se llevó el Oscar al mejor actor. Ahora, Smith busca lo mismo. Habrá que esperar para ver cómo le va.