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Exportaciones: buenas prácticas de comercio
11 de junio de 2008
El 66 por ciento de las Pymes argentinas considera que tener un buen producto es fundamental para exportar, mientras que un 25 por ciento le asigna importancia a contar con un buen contacto en el exterior. Así lo reveló el último martes el segundo estudio sobre “buenas prácticas de comercialización internacional” de Pymes, llevado a cabo por la consultora Red Global de Exportaciones (RGX) con VISA.
El trabajo destaca que aún falta instalarse una cultura y vocación exportadora entre las empresas locales, lo que se pone en evidencia en la falta de planificación a la hora de abordar mercados externos, así como en los moderados esfuerzos de adecuar los productos a la demanda internacional y las escasas acciones de fidelización de clientes externos.
Para el 59 por ciento de la muestra, los productos de exportación no se definen en función de los valores del mercado de destino, sino de acuerdo al mercado nacional; el 17 por ciento tiene en cuenta los hábitos del consumidor final y el 11 por ciento se guía por los lineamientos o preferencias del cliente.
El 55 por ciento de los exportadores no ha certificado normas de calidad en sus productos de exportación, pero sólo una cuarta parte de los entrevistados le asigna baja incidencia a la certificación en el negocio exportador.
El trabajo que abarcó una muestra de 270 Pymes de varios países, reveló además que 8 de cada 10 pequeñas y medianas empresas exportan productos y servicios sin intermediarios ni asociaciones estratégicas, una modalidad que en el mediano plazo puede significar un desgaste para las firmas.
"El 79 por ciento de las Pymes en Argentina exportan sin ninguna figura asociativa", aseguró el director de la consultora Red Global de Exportaciones (RGX), Diego Frediani, quien aclaró que esta particularidad que "parece elogiosa en primera instancia", puede tener un resultado negativo en el mediano plazo.
"Si la empresa tiene la decisión de formar una estructura de exportaciones, entonces está bien que encare los negocios en el exterior por su cuenta, pero si no en el mediano plazo puede implicar ineficiencias en la atención al cliente o errores en la gestión de la exportación", agregó.
El 60 por ciento desconoce la figura de los consorcios de exportación y de los que conocen la modalidad asociativa afirma haber tenido una mala experiencia.
El estudio detectó que a diferencias de las firmas de otras países de la región, las Pymes argentinas "actúan más por reacción que por acción a la hora de exportar", ya que en el 48 por ciento de los casos toman "la decisión de vender al exterior ante una demanda concreta de un importador".
La consultora trabajó sobre cien casos de Pymes argentinas de 10 segmentos de la actividad económica, detectando que existen "claras diferencias" en la forma que encaran el tema las agroexportadoras y las "industriales y productoras de manufactura industrial".
En las Pymes hay "conocimiento de apoyo de diferentes canales de gobierno", como la actividad de la Fundación ExportAR, y las misiones comerciales organizadas por cancillería, así como la participación en ferias internacionales.
Las Pymes también "valoran la actividad de Aduana" en el sentido de haber reducido la cantidad de trámites necesarios para exportar, pero "hay un reclamo, una demanda común de las Pymes que tiene que ver con el financiamiento ya sea para aumentar la capacidad de producción como para encarar una actividad exportadora", dijo Frediani.
El trabajo destaca que aún falta instalarse una cultura y vocación exportadora entre las empresas locales, lo que se pone en evidencia en la falta de planificación a la hora de abordar mercados externos, así como en los moderados esfuerzos de adecuar los productos a la demanda internacional y las escasas acciones de fidelización de clientes externos.
Para el 59 por ciento de la muestra, los productos de exportación no se definen en función de los valores del mercado de destino, sino de acuerdo al mercado nacional; el 17 por ciento tiene en cuenta los hábitos del consumidor final y el 11 por ciento se guía por los lineamientos o preferencias del cliente.
El 55 por ciento de los exportadores no ha certificado normas de calidad en sus productos de exportación, pero sólo una cuarta parte de los entrevistados le asigna baja incidencia a la certificación en el negocio exportador.
El trabajo que abarcó una muestra de 270 Pymes de varios países, reveló además que 8 de cada 10 pequeñas y medianas empresas exportan productos y servicios sin intermediarios ni asociaciones estratégicas, una modalidad que en el mediano plazo puede significar un desgaste para las firmas.
"El 79 por ciento de las Pymes en Argentina exportan sin ninguna figura asociativa", aseguró el director de la consultora Red Global de Exportaciones (RGX), Diego Frediani, quien aclaró que esta particularidad que "parece elogiosa en primera instancia", puede tener un resultado negativo en el mediano plazo.
"Si la empresa tiene la decisión de formar una estructura de exportaciones, entonces está bien que encare los negocios en el exterior por su cuenta, pero si no en el mediano plazo puede implicar ineficiencias en la atención al cliente o errores en la gestión de la exportación", agregó.
El 60 por ciento desconoce la figura de los consorcios de exportación y de los que conocen la modalidad asociativa afirma haber tenido una mala experiencia.
El estudio detectó que a diferencias de las firmas de otras países de la región, las Pymes argentinas "actúan más por reacción que por acción a la hora de exportar", ya que en el 48 por ciento de los casos toman "la decisión de vender al exterior ante una demanda concreta de un importador".
La consultora trabajó sobre cien casos de Pymes argentinas de 10 segmentos de la actividad económica, detectando que existen "claras diferencias" en la forma que encaran el tema las agroexportadoras y las "industriales y productoras de manufactura industrial".
En las Pymes hay "conocimiento de apoyo de diferentes canales de gobierno", como la actividad de la Fundación ExportAR, y las misiones comerciales organizadas por cancillería, así como la participación en ferias internacionales.
Las Pymes también "valoran la actividad de Aduana" en el sentido de haber reducido la cantidad de trámites necesarios para exportar, pero "hay un reclamo, una demanda común de las Pymes que tiene que ver con el financiamiento ya sea para aumentar la capacidad de producción como para encarar una actividad exportadora", dijo Frediani.