El último "chau, chau" de Marcelo Tinelli hace dos semanas abrió el momento más incierto de la televisión nacional en los últimos años.

Es que luego de un año de éxito y rating que alimentó a todas las señales de aire y algunas de cable, por cuatro meses, el nuevo zar no estará al aire.

Sin "Showmatch" al aire, el desafío de los canales es nutrir a sus programas de espectáculos, magazines y repeticiones de material que cubran tanto espacio y además rinda como rinde la troupe de Canal 13.

Esto también demuestra la flaqueza de ideas y el bajo contenido de material propio de muchos ciclos, que pone la televisión nacional en un momento creativo muy pobre.

Tal es así que hasta que tomen vuelos los nuevos escenarios de realitys como "Gran hermano" y "Soñando por bailar", las pantallas de verano siguieron alimentándose de todo el material que dejo un año Tinelli.

Ya lo dijo hace poco Alejandro Fantino, conductor de "Animales Sueltos" que se emite en las medianoche por América: "Quiero llevar a mi programa también a un físico nuclear o un escritor, pero si no llevo alguna chica Tinelli o invitado en conflicto, tengo 1 punto de rating y yo, hermano, como mi gente, tenemos que comer".

Bajo esta realidad son varias las propuestas de los canales para llenar la programación de verano y olvidarse de Ricardo Fort y compañía, y muchas veces no les sale bien.

Sin la repercusión de años atrás, Gran Hermano no explota, aunque mantiene un buen rating, mientras la TV pública apuesta al deporte y a repeticiones de éxitos como "Ciega, citas".

El verano fue siempre una etapa de vacas flacas, de renovación de la pantalla, pero a la vez de grandes ideas con ciclos de playa y ficciones cortas pero productivas.

Lejos quedo esa iniciativa y para disfrazar aún mas la necesidad tinnelesca el propio grupo creo un programa que buscará por medio de una concurso llegar a sostener la magia de "Bailando" con el descubrimientos de nuevas figuras.

Sería bueno también que aprovechara la TV doméstica a proponer alguna historia que sea contundente a la falta de la "nueva ficción" que tiene que ver con los personajes de "Showmatch" y sus novelas rosas de amor y de odio y venganza.

En abril vuelve Tinelli y su locura y hasta ese momento en las oficinas de producción se sostiene el concepto "hay que aguantar", por lo que se presume que 2011 será otro año del "cabezón" con su termómetro como patrón de medición más sincero para demostrar lo que vale o lo que no.

En octubre de este año la TV cumple 60 años y será un momento de balance, los suficientemente exigente para analizar porque a la hora de comer en la pantalla chica el único menú que se sirve es de Tinelli.

¿No será el momento de una dieta más equilibrada y rica en calidad?