En los últimos días un estudio dejó en claro un dato demoledor: el 25 por ciento de lo que se emite por televisión de aire tiene una referencia o una aporte de material de "Bailando por un Sueño".

Esto demuestra que un cuarto de la televisión, una cifra muy grande por cierto, esta "tinellizada" y se alimenta de las peleas, polémicas, situaciones, romance y concursos que a diario la troupe de Tinelli lleva adelante.

Sin embargo, a eso le sumamos la gran cantidad de horas de material de archivo que hay en la TV nacional con un programa en cada canal de aire como mínimo que ocupan cerca de 40 horas semanales de televisión refritada, estamos ante una pantalla llena de material se nutre todo el tiempo de si misma.

Bajo este escenario es notorio la falta de creatividad y la necesidad de encontrar espacios donde se pueda respirar un poco de televisión distinta.

Casi con poca producción de ficción --más allá de las tiras que conservan el criterio de telenovela con sus propios códigos-- el espectador, que consume gran parte de lo que ya se comento también necesita un poco de oasis.

Como siempre lo encuentra en esos pequeños espacios como son los unitario de POl-Ka, este año con la excelente producción de "Para vestir Santos" que apuesta a un producto creativo, provocador y bien producido.

El ya clásico horario de los miércoles a las 22:30 de El Trece ya está acostumbrado a reservarse a ciclo con grandes actuaciones y que se coronan con muchos premios y reconocimiento de crítica y público.

En esa línea, es muy interesante la propuesta de Telefe con los unitarios de "Lo que el tiempo nos dejo" que produce Sebastián Ortega.

La primera entrega sobre la historia de la vida de un enfermera de Eva Perón que no era partidaria del Justicialismo demostró la calidad del producto que se convierte en un manjar en medio de tanta ensalada pesada de la TV actual.

Los capítulos que seguirán, de los ocho especiales, prometen la misma calidad, en una factura que se une a un buen libro, excelente puesta en escena y actuaciones destacadas con temas de nuestra historia.

Hace 25 años, al inicio d el etapa Democrática, esta televisión nuestra que a punto está de cumplir sus 60 años de vida, apostaba a una variedad de productos, que tenían los contenidos populares, de bajo presupuestos, concursos, juegos y algunos golpes bajos, pero que no tenia la actual costumbre de auto copiarse o referenciarse.

Hoy, que todo es Tinelli, como gran rey del rating, la televisión parece solo intentar sostener un solo producto; "Showmatch" donde la música, los pasos de humor, los juegos y el doble sentido junto a el show del espectáculo, donde se reúnen todos los ingredientes de una ensalada que el resto de la TV deglute atragantándose.

A veces un buen plato en la mesa hace la diferencia ante tanta indigestión.