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Verónica Castro, Cristian y su mujer: una familia muy normal
Se conocieron detalles de los motivos de la crisis familiar que llevó a una agresión del cantante a la actríz y una pelea que parece no tener fin y promete más capítulos
19 de septiembre de 2007
Por Roberto Blanco
La pelea que derivó en una agresión de Cristian a su madre Verónica Castro hace unas semanas, y que Asteriscos.tv adelantara, tiene ya una explicación que fue confirmada por fuentes muy cercanas a la actriz mexicana.
El detonador fue un piso que la “chaparrita” tiene en un lujoso barrio de Miami y que la actriz se lo regaló a su hijo en los “buenos tiempos” de la relación filial.
El obsequio fue entregado cuando el díscolo cantante estaba de novio con la argentina Valeria Liberman, hoy su actual esposa.
Cristian, perdidamente enamorado de la abogada argentina pasó todos sus bienes a nombre de Liberman días antes de casarse.
Sin embargo, días antes del casamiento, hubo una fuerte pelea entre ambos y el casamiento se canceló, y entre llantos y mocos, Cristian llamó a su madre y le contó que su “amada” le había vaciado sus cuentas y quedado con todo su dinero.
Verónica Castro se tomó ese mismo día un avión y junto a sus abogados logró recuperar el departamento de Miami que de esta manera volvió a poder de la familia, aunque, según las fuentes, la argentina se quedó con todo el efectivo del autor de “Azul”.
En ese estado de bancarrota y depresión por no poder olvidar a Valeria a quien amaba “con locura”, Cristian se casó con la modelo paraguaya Gabriela Bo luego de un romance fugaz de dos meses en Punta del Este, en 2003.
La chica paraguaya, quien se enamoró de Cristian, tenía tras de si una importante solvencia económica y un encanto especial que conquistó a la Castro quien viajó especialmente a Asunción para ser la madrina de la boda.
El matrimonio, como era de suponer, duró apenas un año, y tras romper con la Bo, con el doble objetivo de recuperar sus bienes y aceptando que aun la amaba, Cristian se acercó nuevamente a Valeria Liberman, decisión que enojó mucho a su madre.
Cristian le pidió matrimonio a Liberman a tres meses de separarse de la paraguaya, un hecho que recién se cumplió casi un año después, cuando la abogada argentina estaba embarazada de siete meses.
En ese momento, influenciado por Valeria, Cristian y la abogada argentina fueron a la casa de la madre de Verónica, Socorro y trataron allí de recuperar la escritura del departamento de Miami.
La discusión fue en aumento, la protagonista de “Los ricos también lloran” trató de “ladrona y mentirosa” a la argentina y fue allí cuando los jóvenes forcejearon con la actriz cuando intentaron abrir la caja fuerte de la casa y llevarse la escritura del departamento.
El final ya es conocido; Verónica terminó internada con un cuadro de ataque de nervios, Cristian rasguñado por su madre, y la Liberman vilipendiada por los insultos de la popular actriz que no la “puede ni ver en figuritas”.
La novela familiar promete mas capítulos y un examen de conciencia para aumentar la creatividad de autores de la talla de Sergio Vaiman, Jorge Maestro o Marco Carnavale, quienes tiene el desafío de intentar escribir una ficción que supere esta realidad: que es “Los Castro, una familia muy normal”.
La pelea que derivó en una agresión de Cristian a su madre Verónica Castro hace unas semanas, y que Asteriscos.tv adelantara, tiene ya una explicación que fue confirmada por fuentes muy cercanas a la actriz mexicana.
El detonador fue un piso que la “chaparrita” tiene en un lujoso barrio de Miami y que la actriz se lo regaló a su hijo en los “buenos tiempos” de la relación filial.
El obsequio fue entregado cuando el díscolo cantante estaba de novio con la argentina Valeria Liberman, hoy su actual esposa.
Cristian, perdidamente enamorado de la abogada argentina pasó todos sus bienes a nombre de Liberman días antes de casarse.
Sin embargo, días antes del casamiento, hubo una fuerte pelea entre ambos y el casamiento se canceló, y entre llantos y mocos, Cristian llamó a su madre y le contó que su “amada” le había vaciado sus cuentas y quedado con todo su dinero.
Verónica Castro se tomó ese mismo día un avión y junto a sus abogados logró recuperar el departamento de Miami que de esta manera volvió a poder de la familia, aunque, según las fuentes, la argentina se quedó con todo el efectivo del autor de “Azul”.
En ese estado de bancarrota y depresión por no poder olvidar a Valeria a quien amaba “con locura”, Cristian se casó con la modelo paraguaya Gabriela Bo luego de un romance fugaz de dos meses en Punta del Este, en 2003.
La chica paraguaya, quien se enamoró de Cristian, tenía tras de si una importante solvencia económica y un encanto especial que conquistó a la Castro quien viajó especialmente a Asunción para ser la madrina de la boda.
El matrimonio, como era de suponer, duró apenas un año, y tras romper con la Bo, con el doble objetivo de recuperar sus bienes y aceptando que aun la amaba, Cristian se acercó nuevamente a Valeria Liberman, decisión que enojó mucho a su madre.
Cristian le pidió matrimonio a Liberman a tres meses de separarse de la paraguaya, un hecho que recién se cumplió casi un año después, cuando la abogada argentina estaba embarazada de siete meses.
En ese momento, influenciado por Valeria, Cristian y la abogada argentina fueron a la casa de la madre de Verónica, Socorro y trataron allí de recuperar la escritura del departamento de Miami.
La discusión fue en aumento, la protagonista de “Los ricos también lloran” trató de “ladrona y mentirosa” a la argentina y fue allí cuando los jóvenes forcejearon con la actriz cuando intentaron abrir la caja fuerte de la casa y llevarse la escritura del departamento.
El final ya es conocido; Verónica terminó internada con un cuadro de ataque de nervios, Cristian rasguñado por su madre, y la Liberman vilipendiada por los insultos de la popular actriz que no la “puede ni ver en figuritas”.
La novela familiar promete mas capítulos y un examen de conciencia para aumentar la creatividad de autores de la talla de Sergio Vaiman, Jorge Maestro o Marco Carnavale, quienes tiene el desafío de intentar escribir una ficción que supere esta realidad: que es “Los Castro, una familia muy normal”.