La última vez que Britney Spears había participado de la entrega de los premios MTV había sido en 2003 cuando se besó en la boca con Madonna y las imágenes del polémico y ratonero episodio lésbico dieron la vuelta al mundo.

Anoche, lejos del brillo y la sensualidad que la caracterizaba por ese entonces (con un controvertido divorcio en el medio, problemas de adicción a las drogas y otros cuantos escándalos en su haber) regresó a los escenarios de los MTV en Las Vegas con una imagen desarreglada y graves errores en el baile y el simulacro de canto.

Elegida por los organizadores del evento como número de apertura, la cantante que años atrás hacía vibrar con sus coreografías y energía, presentó su nuevo tema "Gimme More" con muy poco entusiasmo y la mirada perdida.

Acompañada por un grupo de bailarinas de estilo cabaré nudista y de bailarines musculosos, también mostró su barriguita, se movió sin gracia y, por momentos, dejó en evidencia que perdió su habilidad para mover los labios sincronizados con la grabación de sus temas.

Al concluir el lamentable show que fue aplaudido por unos pocos, la comediante Sarah Silverman dio la bienvenida a los premios criticando la carrera de la cantante y haciendo referencia a que los hijos de ésta eran "los errores más bonitos que había cometido esta estrella que a sus 25 años había logrado absolutamente todo".

Por su parte, la cantante Singer Ahsanti, quien contempló la actuación de Spears detrás del telón, se limitó a reir y a mirar para otro lado cuando le preguntaron su opinión.