El 28 de agosto, Roberto López Berisso estaba trabajando en el acondicionamiento de un local en el que iba a funcionar una pizzería. Colocando unas piezas de revestimiento, se produjo una explosión que le quemó casi todo el cuerpo. Fue atendido en el Hospital de Almería, la ciudad donde vivía hace dos años, y luego trasladado, por su gravedad, a un sanatorio de Sevilla.

Tenía 33 años y hace dos años se fue a España para poder mandarle a su esposa y sus cinco hijos el dinero que les garantizara sobrevivir.

El accidente se generó por las condiciones "deplorables" en que trabajaba y junto a él, otro argentino sufrió heridas menores. El domingo murió, tenía más del 80% del cuerpo quemado y no pudo ganar la batalla.

Ahora, su esposa Paola Stagnaro organiza junto a la Cancillería alguna forma de repatriar las cenizas de su marido desde España.

"Estábamos juntos desde hace 19 años. Tuvimos cinco chicos, que hoy tienen entre 7 y 15 años. ¿Cómo les explico? ¿Cómo sigo adelante? ¿Cómo pago el alquiler a fin de mes? Es un desastre", dijo.