Pasajeros del subterráneo que fueron sorprendidos por un paro sorpresivo en la estación Bulnes, de la línea "D", causaron destrozos en esa parada indignados por la molestia y porque no se les devolvía el importe del pasaje.

La formación que había partido de la terminal de Catedral rumbo a Congreso de Tucumán, se detuvo en la estación ubicada en Bulnes y Santa Fe, y no continuó viaje, aproximadamente a las 20.

Cuando por los altoparlantes se informó que el servicio había sido interrumpido por una medida de fuerza gremial, varios pasajeros se indignaron y reclamaron la devolución del dinero del pasaje.

Debido al paro, los empleados no devolvieron el importe, como ocurre en situaciones similares, lo que irritó los ánimos y la gente comenzó a golpear molinetes y boleterías y a romper carteles indicadores y publicitarios.

Minutos después, ante la violenta situación, el tren continuó su marcha y la situación retornó a la normalidad, aunque quedó con numerosos destrozos.

Las cinco líneas de subterráneos funcionaron con demoras por una interna gremial entre los trabajadores de Metrovías. Los propios delegados sindicales sabotearon la salida de los vagones y desde la empresa aseguraron "no conocer el reclamo".

"Son delegados que entorpecen el normal funcionamiento del servicio. Ayer por la tarde, pintaron con color negro el parabrisa de tres coches, lo que hizo imposible su salida", explicó Lucila Maldonado, vocera de Metrovías.

Además, los sindicalistas interrumpieron la línea E de subterráneos, que realiza el trayecto entre las estaciones Bolívar y Plaza de los Virreyes, durante poco más de media hora.

Según explicó la empresa, los sindicalistas acordaron hace dos meses un incremento salarial de 16 por ciento, por lo que no se "entiende cuál es el reclamo".