Un joven de 26 años, padre de dos chicos, publicó en un diario chaqueño un aviso clasificado ofreciendo en venta uno de sus riñones. Su objetivo es que la venta le permita cobrar dinero suficiente como para cambiar el cuadro de miseria en el que vive su familia.

"Fue una decisión que me costó, pero mi esposa me apoyó. Total, creo que no me voy a morir", explicó Daniel, un muchacho que vive en una villa del Gran Resistencia y que dice haber recibido ya varios ofrecimien tos de personas interesadas en comprarle el órgano.

Daniel no quiere fotos y prefiere mantener en reserva su identidad. En el aviso publicado, es tan escueto como directo : "Vendo uno de mis riñones para personas con problemas renales". Al lado, su número de celular, 03722-1564-2008. Contó que ya cinco personas lo llamaron interesadas en cerrar trato. El pide 50.000 pesos, una suma de dinero que no parece exorbitante para el papel que le tocará en el acuerdo.

El joven vive con su esposa, de 20 años, y dos chicos: una nena de un año y un varón de dos. El único ingreso es el suyo, que no da para casi nada, ya que son unos 60 pesos por semana que obtiene arreglando calzados. Antes había sido empleado en un taller de zapatería, donde conseguía 30 pesos diarios trabajando desde las siete de la mañana hasta las nueve de la noche.

"Era una explotación, pero yo quería seguir, sólo que después no pude aguantar más porque las emanaciones de pegamento me asfixiaban y me agravaban el asma", dice.

"Cuando fui a publicar el aviso, los chicos del diario me hablaron mucho, me querían convencer de que no hiciera esto, pero yo llevaba mucho tiempo pensando la decisión y ya estaba seguro de que es una posibilidad de cambiar la vida de mi familia", cuenta.

Su única familia son su mujer y sus chicos. Su madre falleció cuando era pequeño y, poco después, su padre -que todavía vive- lo abandonó.