Unos 800 mil asalariados recibirán una fuerte inyección de plata en sus bolsillos a partir de la ley aprobada por el Congreso que eleva el mínimo no imponible de Ganancias, lo cual genera expectativas sobre la posibilidad de que se fortalezca el consumo.

Es que, a partir de esta norma, que tendrá un costo fiscal de 1.500 millones de pesos anuales y sería promulgada esta misma semana, 600 mil trabajadores dejarán de tributar el impuesto, mientras que otros 200 mil tributarían menos.

Para el Gobierno, la rebaja significará un aumento en los sueldos medios de 9 por ciento, y en los sueldos más bajos orillará del 12 por ciento.

Se espera que las empresas devuelvan, con el sueldo de agosto, los fondos retenidos a sus empleados para el pago de Ganancias en lo que va del año, ya que los cambios son retroactivos al primero de enero último.

Todos los meses, el empleador le va descontando al empleados una porción de lo que finalmente deberá tributar por Ganancias, por lo que será significativo el volumen de devolución de los primeros días de septiembre.

Con más plata en el bolsillo, se espera que septiembre sea un buen mes en ventas, aunque también podría haber presiones sobre la inflación.

Para un trabajador soltero, el mínimo no imponible (el sueldo libre de impuesto) se eleva de 2.769 a 3.346 pesos, y para el casado con dos hijos, de 3.692 a 4.577 pesos.

Por el incremento de las deducciones en el Impuesto a las Ganancias, en promedio, los trabajadores hasta ahora alcanzados por ese impuesto tendrán una mejora promedio en sus ingresos de 120 pesos mensuales.

El beneficio alcanza en especial al personal jerárquico y a una buena proporción de trabajadores de la minería, petróleo, siderurgia, bancos, terminales automotrices, subtes y camioneros.

El mínimo no imponible y la deducción especial de autónomos se mantiene sin cambios, y tampoco tiene modificaciones el régimen del Monotributo.

Además, la deducción por el personal doméstico, de 7.500 pesos anuales, se mantiene igual.