Un niño de ocho años que cayó a las aguas congeladas del río Chico, en la ciudad fueguina de Río Grande, fue rescatado con vida por personal de Prefectura, tras ser arrastrado varios minutos por la correntada y al borde de morir de hipotermia, informaron fuentes de esa fuerza.

El rescate ocurrió el domingo pasado, cuando Gustavo Quintana cayó a las aguas congeladas del río Chico al quebrarse la capa de hielo de la superficie, donde jugaba.

Una delegación de la Prefectura que estaba sobre un puente, a unos 300 metros del lugar del accidente -debido a que se corría una carrera de autos llamada Gran Premio de la Hermandad Argentino Chilena-, fue alertada por los gritos de auxilio de la gente.

Un hombre de esa fuerza se tiró al río Chico en el mismo lugar donde había caído el niño, que era arrastrado por la fuerte correntada, y comenzó a nadar tras él.

En tanto, metros más adelante, otros dos hombres rompieron el hielo y se introdujeron al agua siguiendo la dirección de la corriente para agarrar al niño cuando pasara por el lugar.

Estos dos efectivos pudieron sostener al niño y sacarlo de la superficie, con la ayuda de un malacate unido a un vehículo de Prefectura que estaba con los rescatistas.

El niño fue rescatado inconsciente y con una leve hipotermia, pero en el lugar se le practicó respiración boca a boca y fue derivado al Hospital de Río Grande, donde quedó internado.

El prefecto principal Hugo Taborda, de la Prefectura de esa ciudad, dijo a Télam que "el niño salvó su vida de milagro, ya que si estaba unos minutos más bajo el agua no tenía chances de sobrevivir".

Taborda sostuvo que "es el primer rescate de este tipo que efectúan en donde deben romper el hielo para llegar a la víctima" y que se dificultó porque "los hombres resbalaban sobre el hielo y estaban urgidos de romperlo a tiempo para llegar hasta el niño".

El niño pudo ser reanimado durante el trayecto al hospital, en donde se le practicó respiración cardiopulmonar, mientras que hoy permanecía internado y su estado era estable.