A través de una resolución con duras críticas al Ministerio del Interior, el juez Javier López Biscayart sostuvo que la vida del principal preso en la investigación del denominado "Caso Skanska" corre peligro y, como consecuencia, dispuso que se lo mantenga en un régimen especial de resguardo físico en su lugar de detención.

Adrián López era el apoderado de una de las sociedades fantasma que le vendieron facturas a Skanska para que así se ocultara el pago de coimas en la ampliación de gasoductos.

Preso desde marzo, fue el primero en involucrar en el caso al Ministerio de Planificación Federal, a cargo de Julio De Vido.

En su momento dijo sentir miedo por ciertas situaciones que vivió en la cárcel; el juez le concedió medidas extremas de seguridad, pero López pidió luego que las relajara bajo su propia responsabilidad. Ahora, López Biscayart se negó.

Y al hacerlo aprovechó para criticar a Aníbal Fernández: no es el primer roce entre ambos.

El cambio de lugar de detención de Adrián López se produjo en abril, cuando el ex apoderado de Infiniti expresó sus primeros temores. Estaba en la cárcel de Marcos Paz -del Servicio Penitenciario Federal- y López Biscayart quiso mudarlo a dependencias de la Policía Federal, que se opuso a recibirlo invocando una resolución del ministro.

El juez las declaró inaplicables y Fernández, doblando la apuesta, lo denunció en el Consejo de la Magistratura.

López terminó alojado en una cárcel de contraventores del Gobierno de la Ciudad. Ahí está sometido -siempre por decisión judicial- a este régimen de resguardo que, en la práctica, implica una restricción de cualquier contacto con otras personas.