Pese al intenso frío, miles de fieles renovaron su devoción por San Cayetano, el Patrono del Pan y el Trabajo.

Las puertas del templo de Liniers se abrieron a la medianoche y se estima que durante toda la jornada -en la que se realizarán misas a cada hora- desfilarán por el santuario más de un millón de personas.

Bajo la consigna "Como familia de San Cayetano pedimos paz, trabajo y dignidad", los fieles conformaban anoche una fila de más de 20 cuadras, que se prolongaba desde la esquina del templo -situado en Cuzco al 100- hasta el acceso principal del polideportivo de Vélez Sársfield, sobre la avenida Juan B. Justo.

Muchos se instalaron en el lugar hace más de un mes con sus carpas, para tener el privilegio de estar entre los primeros que accedan al templo para agradecer o pedirle al santo, benefactor de los pobres y protector de los enfermos.

La espera promete ser larga. "Quienes decidan tocar el vidrio que protege la imagen del santo deberán realizar una cola de entre 11 y 15 horas", explicó el presbítero Gerardo Castellano, párroco del santuario.

"En cambio, la demora será de entre 6 y 9 horas para aquellos que sólo accedan al templo por la fila central", agregó.