La Corte Penal de La Haya, con el voto de tres jueces, aprobó la captura internacional de Benjamín Netanyahu, el primer ministro de Israel y su ex ministro de Defensa, Yoav Gollant.


La decisión de la corte internacional supone que si cualquiera de los dos se alejara de Israel podrían ser detenidos y llevados ante el tribunal en La Haya, Países Bajos.

Entre los considerandos de la medida se establece que Israel impidió intencionalmente la ayuda humanitaria y esto - junto a otra acciones - configuran el grave delito de "crímenes de guerra y lesa humanidad".

La medida también rige para el dirigente de Hamas, Mohammed Deif, pero el ejército israelí lo ha dado por muerto. El gobierno del primer ministro Netanyahu calificó como "antisemita" la medida adoptada por la CPI.

Tras el ataque de Hamas sobre territorio israelí el 7 de octubre de 2023, el primer ministro Netanyahu declaró la guerra total contra el grupo islamista que controla la franja de Gaza.

Israel adoptó un inmediato bloqueo por tierra, mar y aire a la franja de Gaza.

Unos 2 millones y medio de personas quedaron sin posibilidad alguna de salir de esa zona. Ni siquiera el paso en el sur, ya que Egipto, el país con el que limita, también tenía cerrado el paso de Rafah.

Desde ese mismo momento, muchos miembros de la comunidad internacional - que respetaron el legítimo derecho a la defensa y respuesta de Israel, por ser un país atacado en su territorio - comenzaron a marcar límites en el grado de la represalia.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, fue de los primeros en reclamar por los pasos y ayuda humanitaria para los gazatíes.

Empezó a hablar de los peligros de condenar a la hambruna y muerte a los habitantes de la franja, sin discriminar civiles de aquellos militantes de Hamas.