Por Roberto Blanco

Eva Perón conquistó a los grandes dirigentes políticos de Europa cuando hace 60 años hizo su primera visita oficial a ese continente en el rol de primera dama que en verdad le dispensó honores de jefa de Estado.

Evita visitó Madrid, donde fue recibida por el general Francisco Franco, Italia y El Vaticano -se entrevistó con el Papa Pío XII-, además de estar en Francia, Mónaco, Suiza y Portugal.

El viaje sirvió para que la esposa de Perón tuviera como representante del gobierno argentino un primer contacto por el continente que se recuperaba de la Segunda Guerra
Mundial y para mostrar la bondades del gobierno justicialista que desde hacía un año y medio gobernada la Argentina.

Sin embargo, el viaje de Evita, que comenzó en junio de 1947, tuvo un momento dramático que se conoció muchos años después y que tuvo que ver con la posibilidad concreta de que su avión chocara.

En su despegue desde la pista del aeropuerto de Morón el DC 4 de Iberia -especialmente acondicionado para Evita- levantó vuelo en medio de una gran tormeta de viento que
también confundió a un avión más pequeño que descendía.

El piloto logró evadirlo y tomar rumbo a Montevideo en una acción que estuvo muy cerca de terminar en una colisión que fue ocultada durante muchos años.

Franco la condecoró, pero detrás de tanto protocolo y homenaje, había un reconocimiento a la Argentina por la ayuda alimentaria brindada durante la Guerra Civil y posteriormente.

Argentina era una potencia y en ese rol Evita supo sacar provecho de acuerdos que también se extendieron en Francia, Portugal e Italia.

En El Vaticano fue recibida por el Papa, una imagen que que particularmente interesaba a Evita y que sirvió para su guerra personal con las clases altas del país.

En cada uno de estos países también recorrió orfanatos y lugares de asistencia social en el rol que mejor manejaba.

Este viaje durante muchos años despertó el interés de historiadores que décadas después derivó en una investigación por las cuentas bancarias que Evita abrió en Berna y Zurich, durante su visita al país helvético.

De esas cuentas se dijo que fueron el depósito de la fortuna de la familia Perón e incluso se mencionó ese dinero pudo servir de ayuda para facilitar el ingreso de ex militares nazis a la Argentina, según una investigación que se inició en 1999 en Suiza y se cerró sin nuevas pruebas.

También sirvió para que Evita paseara su bella figura por los lugares mas coqueteos de París y el Principado de Mónaco y para que en la capital francesa conociera a los mejores diseñadores de ropa de ese momento.

Años después el prestigioso modisto francés Christian Dior dio una definición sustantiva: "A la única Reina que vestí en mi vida fue a Eva Perón".