Luego de recibir en su despacho de la Casa Rosada al titular de la CGT, Hugo Moyano, el presidente Néstor Kirchner comenzó a evaluar junto al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, el estado de conflictividad laboral que envuelve a varios gremios.

Acordaron avanzar con varios temas que van en dirección de aportar soluciones: aumentar el salario familiar, elevar el mínimo no imponible de Ganancias y subir las jubilaciones.

La reunión estuvo rodeada de un fuerte hermetismo oficial. Ninguno de los participantes habló con la prensa al final del encuentro. Pero igual trascendió que el conflicto pesquero en Santa Cruz fue uno de los elementos que gatilló la reunión.

Tras el cónclave en el despacho presidencial, Tomada se dirigió a la oficina del secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. Según algunas versiones, el jefe de la cartera laboral habría definido allí los borradores de algunos decretos que podrían ser aprobados en los próximos días. El primero de ellos sería el referido al aumento del salario familiar prenatal y por hijo.

En un momento de la reunión con Moyano, el Presidente habría señalado que los conflictos sindicales perjudicaban al Gobierno y enrarecían el clima político y social, sobre todo en plena campaña electoral y ya proclamada la candidatura oficial de Cristina Fernández de Kirchner. Y habría reclamado una intervención más decidida de Moyano para poner fin a las medidas de fuerza y evitar nuevos episodios similares.

Tomada le habría detallado a Kirchner que la mayoría de los gremios cerraron sus convenios sin problemas, incluido el reciente aumento del Salario Mínimo.

Y que la conflictividad estaba limitada a muy pocas actividades, donde se mezclaban reclamos y problemas "intrasindicales" e "intersindicales".

Con esto, el titular de Trabajo habría hecho referencia a diferencias entre los sindicatos sobre el encuadramiento sindical de las actividades y al cuestionamiento de ciertas direcciones por una parte de los trabajadores.

Sin negar esos problemas, Moyano habría planteado que los conflictos en Santa Cruz se reiteran porque el mínimo no imponible de Ganancias (el monto salarial a partir del cual se paga el impuesto) es muy bajo y entonces muchos trabajadores sufren descuentos de más del 25% sobre sus salarios.

El titular de la CGT habría recordado que el último aumento del mínimo no imponible se anunció en marzo de este año, con vigencia retroactiva a enero.

Así, habría dicho que eso mejoró el ingreso de unos 500.000 trabajadores pero esa mejora habría quedado neutralizada por los acuerdos salariales posteriores.

Esos trabajadores pasaron a ganar más y volvieron a estar alcanzados por Ganancias o pasaron a pagar más. Entonces, en muchos lugares de trabajo comenzaron los reclamos de los trabajadores para que los empleadores se hicieran cargo del pago del impuesto, como es el caso de la pesca en Santa Cruz.

El titular de la CGT aprovechó entonces la ocasión para reactualizar el pedido sindical de subir el tope de Ganancias, las asignaciones familiares familiares y las jubilaciones.

Con relación al tema de Ganancias, y tras la reunión, Kirchner habría dado instrucciones para que el ministro de Economía, Miguel Peirano, le presente diversas alternativas para evitar el alto impacto de Ganancias sobre los sueldos medios y altos.

Las variantes que se analizan son elevar el monto actual del mínimo no imponible; excluir del cálculo de Ganancias a ciertos componentes del salario, como el aguinaldo o los viáticos; o eliminar o modificar la "tablita" que José Luis Machinea impuso en 2000 y que incrementa gradualmente el impacto del impuesto para los que ganan más de 4.000 pesos.

La CGT pide en lo inmediato elevar el tope a partir del cual los asalariados pagan Ganancias de 3.000 a 4.000 pesos, para los solteros, y de 4.000 a 5.000 pesos, para casados con dos hijos. Y estudiar una reforma más integral que excluya los salarios de toda imposición de Ganancias.