Unas 200 personas murieron cuando un avión Airbus 320 de aerolínea brasileña Tam con 186 ocupantes se incendió tras incrustarse en un edificio próximo al aeropuerto de Congonhas, en la zona urbana de Sao Paulo, según balance de los bomberos citado por medios locales.

El avión derrapó en la pista, salió de control, atravesó una avenida aledaña del aeropuerto, y se incendió al estrellarse contra un edificio de tres pisos de una subsidiaria de cargas y encomiendas de la propia Tam.

Tras el aterrizaje fallido, el avión desapareció dentro del edificio en llamas y desde fuera sólo era posible observar la cola del aparato, constaron periodistas de la AFP.

El coronel Manuel Antonio de Silva Araújo comentó al alcalde de Sao Paulo, Gilberto Kassab, que difícilmente habría sobrevivientes del accidente, y estimó que "hay 200 muertos ahí", informó el sitio web del diario Folha de Sao Paulo.

El coronel Jair Paca Lima, de la Defensa Civil, informó este miércoles a la AFP que hasta el momento se habían retirado 56 cadáveres carbonizados del interior del avión y del local impactado.

La aerolínea Tam informó que en su local de cargas y encomiendas un empleado murió y otros seis estaban desaparecidos.

El gobernador del estado de Sao Paulo, José Serra, afirmó que según los bomberos era imposible que en el avión hubiera sobrevivientes y que la temperatura en la aeronave habría llegado a 1.000 grados, lo que dificultaría la identificación de los cuerpos.

Inicialmente algunos medios locales dijeron que el avión se había estrellado contra una estación de gasolina aledaña al aeropuerto, pero luego esta versión fue desestimada.

El vuelo JJ 3054 de Tam había partido de Porto Alegre (sur) y tuvo un aterrizaje fallido al derrapar en la pista mojada por la lluvia a las 18h50 locales (21h50 GMT).

El presidente Luiz Inacio Lula da Silva decretó luto nacional de tres días y pidió al comandante de la aeronáutica, Junito Saito, que se apersonara en el lugar de la tragedia para mantenerlo informado.

Lula manifestó su "consternación" por lo ocurrido y dio garantías de que "todas las investigaciones necesarias serán hechas a fin de esclarecer las causas de esa terrible tragedia".

Tam publicó en la madrugada del miércoles la lista completa de pasajeros y tripulantes. Entre ellos figura el diputado Julio Redecker, del opositor Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), de 51 años.

"El PSDB está en llantos y Brasil también", dijo el líder del PSDB en el Senado, Arthur Virgilio.

"Hace meses que el PSDB denuncia los problemas sobradamente conocidos que afectan al tráfico aéreo y a los principales aeropuertos del país y que reclama medidas por parte de las autoridades", dijo Virgilio en una nota.

La fiscalía de Sao Paulo anunció que iniciará este miércoles la investigación del accidente.

"Abriremos una pesquisa policial para esclarecer las causas e identificar a los culpables. Serán requeridas diversas pericias, contacto con la torre y filmación del local, además de la investigación que hará la Aeronáutica", dijo el procurador general de Justicia de Sao Paulo, Rodrigo Pinho.

El sector aéreo de Brasil vive una crisis profunda desde el que hasta ahora era el peor accidente del país, en septiembre pasado: el choque, en el cielo amazónico, de un Boeing 737 de la Gol -cuyos 154 ocupantes murieron- con un jet privado que logró hacer un aterrizaje de emergencia.

El vendedor de informática Ialmo Junior Matos, que este martes estaba en las inmediaciones de Congonhas, contó a la AFP que "el avión aceleró al llegar al final de la pista e intentó remontar vuelo y evitar la avenida, pero entonces entró al edificio y explotó".

Fueron movilizados 200 efectivos y 70 carros bomba para controlar el incendio, pero nueve horas después del accidente algunas llamas continuaban en edificios contiguos, pese a que el fuego principal había sido controlado, constató una periodista de la AFP.

Congonhas fue cerrado para aterrizajes y despegues, y los vuelos previstos comenzaron a ser transferidos a otras terminales.

La pista principal del aeropuerto de Congonhas de Sao Paulo, donde otro avión había derrapado este lunes y fue a parar al césped con dos neumáticos estallados, estaba en reparaciones para asegurar el escurrimiento del agua de lluvia, admitió la administradora de aeropuertos Infraero.