El piano de el líder de Queen, Freddie Mercury, se vendió en una subasta.

El pago fue de casi 2,2 millones de dólares, un récord para un piano de compositor, según la casa de subastas Sotheby's.

El preciado Yamaha G2 de 1973 de Mercury es el centro de una serie de subastas de sus objetos, que se llevará a cabo en seis partes y donde cientos de posesiones personales de la estrella, como sus zapatillas, saldrán a la venta.
La colección es una ventana al mundo del extravagante intérprete, vocalista de ópera y artista que una vez dijo que quería "llevar una vida victoriana, rodeado de exquisito desorden".

Mercury le dejó su casa y todas sus pertenencias a su íntima amiga Mary Austin, que mantuvo su residencia conservada casi exactamente como él la dejó durante más de tres décadas tras su muerte por complicaciones derivadas del sida en 1991.

Cuando Sotheby's anunció la subasta en abril, Austin dijo en un comunicado que para ella era importante tratar sus pertenencias de una forma que "a Freddie le hubiera encantado".

Según su amiga, a Freddie "no había nada que le gustara más que una subasta" y lo recordó como un "coleccionista increíble e inteligente que nos mostró que hay belleza y diversión y conversación que encontrar en todo".

En la inauguración de las subastas, Sotheby's recaudó 15,4 millones de dólares. Se empezó por la venta de la puerta cubierta de graffiti de la casa de Mercury, "una pieza de auténtica historia del rock", según la casa de subastas, por unos 516.000 dólares.

Un manuscrito autografiado de las primeras letras de "Bohemian Rhapsody", con notas que revelaban que el título original de la canción era "Mongolian Rhapsody", se vendió por más de 1,7 millones de dólares.

La corona y la capa de Mercury, que lució en su última actuación con Queen, se vendieron por casi 800.000 dólares.

El piano de Mercury no alcanzó el precio que estimó Sotheby's, de 4 millones de dólares, pero otros objetos se vendieron por cantidades superiores a las esperadas, como el brazalete de serpiente de plata que Mercury lució en el videoclip de "Bohemian Rhapsody", que se vendió por unos 870.000 dólares, muy por encima de su estimación de unos 11.000 dólares.

Antes de la venta, el guitarrista principal de Queen, Brian May, escribió en Instagram que no podía ver cómo los "efectos personales más íntimos" de su amigo son "derribados al mejor postor y dispersados para siempre".
"Para nosotros, sus amigos y familiares más cercanos, es demasiado triste", reveló quien acompañó a Mercury desde los inicios de la banda en 1970.