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Le faltan ambas piernas pero corre como el viento
Con dos prótesis, el atleta sudafricano Oscar Pistorius fue segundo en los 400m de la Liga de Oro de Roma. Y va por más: quiere llegar a los Juegos Olímpicos de Pekín. La federación que maneja el atletismo sigue analizando con lupa este caso único en la historia del deporte de alta competencia
14 de julio de 2007
Oscar Pistorius, un atleta sudafricano de 21 años cuyo cuerpo termina poco después de las rodillas, desata pasiones y polémicas en el mundo del atletismo.
Pistorius lleva dos prótesis como piernas desde que su memoria proyecta los primeros recuerdos.
Dice que no quiere los Juegos Paralímpicos y no se no se detendrá hasta los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
La federación madre del atletismo, en tanto, sigue de cerca su caso, ante una eventual ventaja sobre los deportistas.
Fue invitado a la Liga de Oro, en Roma, y por primera vez compitió con atletas sin discapacidades. Se retiró aplaudido: marcó un tiempo de 46s90/100 y quedó segundo en los 400m, detrás del local Stefano Braciola. Hubo emoción, mucha emoción. Y la IAAF siguió atentamente cada paso del sudafricano.
Hasta ahora, los reglamentos impiden "el uso de cualquier aparato técnico que incorpore resortes, ruedas o cualquier otro elemento que provea al usuario de una ventaja".
El propósito original era negar el uso de sofisticados aparatos en las zapatillas, pero también se aplicaría a las prótesis. Pero ese punto se estudiará en el congreso de la entidad, el 22 y 23 del mes próximo, en Osaka, Japón, antes del Mundial.
La eventual participación de Pistorius en Pekín no sólo depende de su ímpetu; también necesita marcas mínimas. Este año cronometró 10s/100 en los 100m; 21s58/100 en los 200m, y 46s56/100 en los 400m. Todos esos registros son récords para los atletas paralímpicos, pero no alcanzan para los Juegos Olímpicos (46s30/100 es la mínima en los 400m), pero el velocista confía en mejorarlos antes del límite.
"Nadie de la IAAF vino a ver las prótesis, que son un elemento pasivo. Al contrario: para mí son una desventaja -los expertos dicen que del 10% respecto de los otros competidores-. Toda la fuerza llega directamente del cuerpo porque no tengo músculos.
Será una discriminación si no toman una decisión con una prueba", afirmó hace poco en el diario El País, de España.
Pistorius, conocido en Inglaterra como Blade Runner -´corredor con cuchillas -. Nick Davies, vocero de la institución, afirmó: "Lo autorizamos a competir mientras se estudia su caso".
Oscar tenía apenas 13 meses cuando sus padres, Henke y Sheila, tuvieron que tomar la decisión más drástica: una malformación en los huesos de su hijo -a quien le faltaba el peroné- seguía degenerándose y amenazaba con problemas mucho más serios en la adolescencia.
La decisión fue cruda, pero al final pareció la mejor. Partes de ambas piernas fueron amputadas y el niño aprendió a caminar con las prótesis.
De ojos verdes, siempre sonriente, Pistorius abrazó varios deportes. En el colegio jugó al fútbol y al tenis, pero lo suyo siempre fue el rugby, hasta que, a fines de 2003, una lesión en la rodilla lo obligó a abandonarlo; así, se pasó al atletismo.
En la Universidad de Pretoria conoció a su entrenador, Ampie Louw, que rápidamente se le unió al trabajo cuando comprobó sus sorprendentes condiciones.
Poco a poco se ganó el reconocimiento en su país. Incluso tiene un club de fans. Las principales empresas, como Visa y Nike, ya se aseguraron su imagen.
Pistorius estudia filosofía y dice que algún día le gustaría tener una cadena de restaurantes en las principales capitales del mundo.
La participación de Pistorius en Pekín 2008, y tal vez en el Mundial de Osaka, dependerá de sus marcas y de la decisión de la IAAF.
Pistorius utiliza en las carreras unas prótesis arqueadas de carbono. Son fabricadas en Finlandia; cada una cuesta 12.000 euros y en las plantas tienen unos clavos similares a los del calzado deportivo para adaptarse a la pista.
Esa clase sólo la emplea para correr.