Hay asombro en el mundo científico por un nuevo estudio que indica que los obesos parecen tener mejores posibilidades de sobrevivir a un infarto.

Existirían diferencias fisiológicas en los corazones de la gente obesa y aquella con un peso normal. O tal vez todo dependa de en qué lugar del cuerpo esté la grasa.

"No deseamos que la gente piense que debiera engordar un poco para tener mejores chances con su bypass", aclaró Gerald Fletcher, cardiólogo en la Clínica Mayo y vocero de la Asociación Norteamericana del Corazón.

Un estudio de 2005 de científicos de la Duke University, examinó a cerca de 16.000 personas de 37 países. Sus autores descubrieron que un año después del infarto, el porcentaje de muertos era de 4,3% en los pacientes con peso normal y de un 2,2 en los obesos.

Otros estudios confirmaron estos hallazgos, incluido un documento del mes pasado aparecido en el European Heart Journal. Médicos suizos y alemanes siguieron a más de 1.600 pacientes durante los tres años que siguieron a sus infartos y llegaron a la conclusión de que sólo el 3,6% de los pacientes gordos había muerto, en contraste con un 10 de los de peso normal.

"No contamos con una buena explicación para el fenómeno biológico que está causando esto", indicó Eric Eisenstein, principal autor del estudio de Duke.

"Necesitamos comprender desde el punto de vista científico qué es lo que está ocurriendo en estos individuos antes de poder crear nuevas terapias".

Una de las explicaciones posibles es que los pacientes delgados fuman más. De todos modos, los investigadores indicaron que aún luego de realizar los ajustes por este tema, los pacientes gordos muestran ventajas.

Se cree que los corazones de los obesos están condicionados por ser sometidos a mayor tensión.