Brasil consiguió sus primeros tres puntos en el Grupo B de la Copa América de Venezuela-2007 al golear a Chile por 3-0 en partido disputado la tarde del domingo en el estadio Monumental de Maturín (costa Caribe).

Los tres goles del encuentro fueron anotados por el atacante del Real Madrid, Robinho, el primero tras rematar con éxito un penal dudoso cobrado por el árbitro paraguayo Carlos Torres a los 36 minutos.

La segunda conquista del fenomenal delantero fue una obra maestra de la definición porque tocó a los 84 minutos el balón con precisión quirúrgica sobre el portero Claudio Bravo.

El tercero cayó a los 87 luego de eludir a dos defensas a la carrera para rematar sobre la derecha del portero chileno.

A pesar de la goleada, el once que dirige Carlos Bledorn Verri, Dunga, no termina de encontrar su línea futbolística.

Sólo Robinho estuvo a la altura de las circunstancias y en todo momento intento desequilibrar a la defensa de Chile, un equipo que se decidió por la opción del ataque recién en el segundo tiempo y que respetó demasiado a su rival.

En efecto, la ofensiva de la Roja estuvo demasiado librada al delantero Humberto Suazo, protagonista en el segundo tiempo de una fenomenal jugada plagada de gambetas, que no terminó en gol porque la pelota encontró en su camino la pierna providencial de un defensa.