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Argentina y un pálido empate
El Sub 20 dirigido por Hugo Tocalli consiguió un 0-0 ante república Checa en el debut en el Mundial de Canadá. Jugaron Agero, Mauro Zárate, Maxi Moralez y Banegas
30 de junio de 2007
Al seleccionado argentino SUB 20 le faltó hoy inteligencia y profundidad por lo que empató sin goles ante el muy conservador representativo de República Checa en el debut de ambos en el Grupo E del Campenato Mundial de la categoría que se desarrolla en Canadá.
En el estadio Frank Clair, en Ottawa, el equipo albiceleste buscó el triunfo desde el primer instante, pero se topó con un adversario que valoró el reparto de puntos y logró su objetivo.
Los campeones del mundo sintieron el 0-0 como una frustración, mientras los europeos mostraron su satisfacción sin hacer ningún intento por disimularlo.
Los de la AFA tratarán de reivindicarse el martes próximo ante los panameños, quienes en su presentación en esta competencia también concluyeron 0-0 ante los coreanos del norte. En el primer tiempo el equipo albiceleste tomó la iniciativa en todo momento, pero careció de sorpresa, claridad y profundidad para perturbar a la muy consistente resistencia de los europeos.
Sólo en los minutos iniciales los talentosos Sergio Agero y Mauro Zárate inquietaron a sus espigados adversarios y fue por entonces cuando la nueva estrella del Al Sadd qatarí estuvo a punto de convertir, pero su envío fue tapado por el arquero Radek Petr.
La chance surgió por un desborde de Maximiliano Moralez por la izquierda, aunque Frasquito se demoró antes de enviar el centro hacia atrás.
Después a los argentinos les faltó sorpresa porque no hubo cambio de ritmo y tampoco se advirtieron los necesarios aportes por las bandas.
Se extrañó en demasía la ausencia del lesionado Damián Escudero, el creativo jugador de Vélez Sarsfield que es capaz de dotar al equipo de variantes de mitad de cancha hacia adelante.
Durante la etapa inicial los de la AFA de alguna manera inquietaron a sus oponentes mediante situaciones generadas a partir de una pelota parada.
Por arriba Argentina trató de hacer valer la capacidad de los defensores Federico Fazio y Matías Cahais, como así también la del mediocampista Claudio Yacob.
Los checos se pasaron el capítulo muy unidos y concentrados para cotener y fueron idóneos a la hora de cerrar todos los caminos que podían conducir hasta Petr.
En la segunda parte Tocalli esperó 18 minutos para ver si la situación cambiaba como consecuencia de su charla durante el descanso, pero luego se decidió y recurrió al inquieto Pablo Piatti para reemplazar a un Alejandro Cabral que tuvo un estreno deslucido.
Para el último cuarto de hora entró Lautaro Acosta (por Maxi Moralez) con la intención de acelerar el juego, pero los europeos cumplieron al pie de la letra con su proyecto conservador. Es más, metieron una réplica aislada al final que, tras la apresurada salida de Sergio Romero, casi se transforma en un conquista, pero apareció en escena el fogoso Acosta para dar una mano y despejar el peligro.
Argentina jugó muy por debajo de su capacidad potencial y así dejó dos puntos ante los checos, pero el campeonato recién empieza y el plantel es suficientemente rico como para esperar en Canadá una cosecha próspera.
En el estadio Frank Clair, en Ottawa, el equipo albiceleste buscó el triunfo desde el primer instante, pero se topó con un adversario que valoró el reparto de puntos y logró su objetivo.
Los campeones del mundo sintieron el 0-0 como una frustración, mientras los europeos mostraron su satisfacción sin hacer ningún intento por disimularlo.
Los de la AFA tratarán de reivindicarse el martes próximo ante los panameños, quienes en su presentación en esta competencia también concluyeron 0-0 ante los coreanos del norte. En el primer tiempo el equipo albiceleste tomó la iniciativa en todo momento, pero careció de sorpresa, claridad y profundidad para perturbar a la muy consistente resistencia de los europeos.
Sólo en los minutos iniciales los talentosos Sergio Agero y Mauro Zárate inquietaron a sus espigados adversarios y fue por entonces cuando la nueva estrella del Al Sadd qatarí estuvo a punto de convertir, pero su envío fue tapado por el arquero Radek Petr.
La chance surgió por un desborde de Maximiliano Moralez por la izquierda, aunque Frasquito se demoró antes de enviar el centro hacia atrás.
Después a los argentinos les faltó sorpresa porque no hubo cambio de ritmo y tampoco se advirtieron los necesarios aportes por las bandas.
Se extrañó en demasía la ausencia del lesionado Damián Escudero, el creativo jugador de Vélez Sarsfield que es capaz de dotar al equipo de variantes de mitad de cancha hacia adelante.
Durante la etapa inicial los de la AFA de alguna manera inquietaron a sus oponentes mediante situaciones generadas a partir de una pelota parada.
Por arriba Argentina trató de hacer valer la capacidad de los defensores Federico Fazio y Matías Cahais, como así también la del mediocampista Claudio Yacob.
Los checos se pasaron el capítulo muy unidos y concentrados para cotener y fueron idóneos a la hora de cerrar todos los caminos que podían conducir hasta Petr.
En la segunda parte Tocalli esperó 18 minutos para ver si la situación cambiaba como consecuencia de su charla durante el descanso, pero luego se decidió y recurrió al inquieto Pablo Piatti para reemplazar a un Alejandro Cabral que tuvo un estreno deslucido.
Para el último cuarto de hora entró Lautaro Acosta (por Maxi Moralez) con la intención de acelerar el juego, pero los europeos cumplieron al pie de la letra con su proyecto conservador. Es más, metieron una réplica aislada al final que, tras la apresurada salida de Sergio Romero, casi se transforma en un conquista, pero apareció en escena el fogoso Acosta para dar una mano y despejar el peligro.
Argentina jugó muy por debajo de su capacidad potencial y así dejó dos puntos ante los checos, pero el campeonato recién empieza y el plantel es suficientemente rico como para esperar en Canadá una cosecha próspera.